En 2025, se prevé que la producción de leche en la Unión Europea (UE) descienda ligeramente a 149,4 millones de toneladas, un descenso del 0,2% respecto a 2024, según el análisis de la oficina europea del USDA. Esta disminución es atribuida a una menor cantidad de vacas lecheras, márgenes de ganancia estrechos para los productores, regulaciones medioambientales y brotes de enfermedades. Aunque la productividad por vaca ha aumentado, no ha sido suficiente para compensar la reducción en el número de vacas en producción.
El consumo de leche fluida sigue disminuyendo, proyectándose que alcance los 23,5 millones de toneladas en 2025, 0,3% menos que en 2024, mientras que los procesadores de lácteos priorizan la producción de quesos sobre otros productos como la mantequilla y la leche en polvo. Se espera que la producción de queso continúe siendo el objetivo principal de la industria láctea europea, con una proyección de crecimiento del 0,6% en 2025, alcanzando 10,8 millones de toneladas, impulsada por una sólida demanda interna y exportaciones.
La producción de mantequilla caerá 1% en 2025, afectada por la menor disponibilidad de leche y una disminución en su consumo debido a preocupaciones de salud entre los consumidores. Del mismo modo, la leche en polvo descremada (NFDM) verá una disminución en su producción, proyectándose un descenso del 4% para 2025, mientras que la demanda global, especialmente de China, se debilita.
Estos desafíos, junto con las políticas ambientales de la UE, como el Pacto Verde Europeo, están ejerciendo una presión adicional sobre los productores de lácteos, quienes se enfrentan a crecientes costos operativos y nuevas regulaciones, lo que afecta la rentabilidad y el futuro de las explotaciones agrícolas más pequeñas.