Las certificaciones en el mundo de la lana han venido creciendo en los últimos años, en la búsqueda de brindarle a la fibra natural, el respaldo necesario para responder a las diversas interrogantes de los consumidores finales. En este sentido las industrias uruguayas ya tienen certificaciones especiales que permiten diferenciar nuestras lanas a nivel internacional y esto también está avanzando en el caso de las lanas que se destinan a la exportación en sucio.
El tema no es ajeno al Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y en una reunión del Grupo de Gestión de la institución se analizó diferentes mecanismos para "incentivar" a los productores a lograr estas certificaciones de manera de lograr un "mayor ingreso por el lote de lana" según dijo a Faxlana el coordinador del área de esquilas, Tec. Agr. Carlos Piovani.
El técnico recordó que la fibra natural a dejado de ser un commoditie y a pasado a ser un producto de élite a nivel de la industria textil mundial, por lo que ciertas características de la lana "de aquí en adelante va a tener un peso importante en el mercado". Remarcó la importancia del cuidado en la "producción de una fibra natural" de manera "sustentable y amigable con el medioambiente, con los animales y el bienestar animal, con todo lo que tenga que ver con su producción".
Piovani señaló que "hace un par de años una empresa italiana que está comprando con un tipo de certificación, con condicionantes especiales en el tipo de calidad y de mecha", por lo que sostiene que este tipo de herramientas "cada vez va a tener más peso" a la hora de comercializar la fibra y la "trazabilidad" puede ser un mecanismo "para mejorar su confiabilidad y su valor".
En este sentido el SUL trabaja en agregar algunas herramientas a la grifa verde. "Un ejemplo sería poner códigos QR. ¿Para qué eso? Para que más allá de la esquila se supiera, a través de la trazabilidad de la lana con eso código, cuál fue el productor que la produjo, en qué condiciones, quien la esquilo, en que lugar, todo una cantidad de cosas que eso sí el SUL seguramente empezará a trabajar".
Respecto al tema puntual de las certificaciones, Piovani dijo que "el SUL como institución de los productores no tiene las condiciones para certificar porque para eso se necesita alguien que sea un tercero, o sea que esté por fuera de la actividad y no tenga contacto ni intereses en común".