Con el mercado internacional en receso hasta la semana del 18 de agosto, cuando se retoman las operaciones en Australia, el sector lanero uruguayo transita una zafra marcada por una transformación estructural en la oferta. Según explicó Guzmán Silva, integrante de Tops Fray Marcos, se observa una clara reducción en el volumen de lanas medias y gruesas disponibles, al tiempo que gana terreno la producción de lanas más finas dentro de cada raza, en un contexto de mejores calidades y rendimientos respecto al año anterior.
La presente zafra comenzó con mayor agilidad en los negocios, especialmente en el segmento de lanas finas, impulsado por una mejora generalizada en las características de los lotes, tanto en términos de rendimiento como en la proporción de vellón A. A diferencia de la zafra pasada, en la cual fue notorio un predominio de vellones tipo “I” o “B” por encima de los valores considerados normales, este año los primeros lotes presentan indicadores superiores. No obstante, Silva advierte que aún es prematuro hacer una evaluación completa de la calidad y volumen de la producción, ya que muchas de las esquilas todavía no se han concretado.
Menor presencia de lanas gruesas en el mercado
Uno de los elementos que distingue a esta zafra es la significativa reducción del stock de lanas medias y gruesas en galpones, producto de una limpieza acumulada en ciclos anteriores. Esta situación implica que la zafra 2025/26 comienza con la producción real sobre la mesa y no con arrastres de años previos. Silva explicó que, tradicionalmente, se estimaba que las lanas de 27 micras en adelante representaban entre un 40 y un 50% de la zafra nacional. Sin embargo, actualmente ese porcentaje estaría “bastante por debajo”, aunque no es posible precisar cifras exactas hasta que se culmine el ciclo de esquilas, previsto para octubre y noviembre.
La explicación a este cambio estructural radica en un proceso de ajuste iniciado en los últimos años, particularmente después de la pandemia. En ese contexto, los bajos precios que llegaron a registrar las lanas más gruesas —entre 40 y 60 centavos de dólar por kilo— motivaron a muchos productores a reconvertir sus sistemas hacia lanas más finas. Según Silva, esto derivó en una mejora generalizada del micronaje incluso dentro de las cruzas. Hoy, muchas lanas que anteriormente estaban en el entorno de las 27 micras, han pasado a ubicarse entre 24,5 y 25 micras, o incluso por debajo, dentro del rango de lanas cruzas más finas. No es un cambio absoluto, pero sí mayoritario, y ha alterado de forma significativa la estructura de la oferta nacional.
Demanda activa y valores sostenidos para lanas medias
Respecto al mercado propiamente dicho, Silva confirmó que se registra una mayor búsqueda de lanas medias y gruesas, particularmente en el caso del Corriedale. Esta tendencia estaría directamente relacionada con la baja disponibilidad de stock de campañas anteriores, tanto en galpones de productores como en la industria. “Ya no va a ser el mismo stock de oferta que había antes; hoy la realidad es otra”, sostuvo.
El cambio en la estructura de la oferta, que ahora se compone mayoritariamente de lanas más finas, ha generado un reposicionamiento del valor de las lanas de 27 micras hacia arriba. La ley del mercado se aplica con claridad: baja la oferta, sube la demanda y los valores tienden al alza. A esto se suma la practicidad comercial de estas lanas, que suelen tener una colocación ágil, especialmente con demanda desde China, a valores que no presentan grandes sorpresas pero que permiten fluidez en los negocios.
El artículo completo en el Faxlana Edición N° 6928