Ser el único mercado operativo a nivel comercial en el mundo, no te exime de recibir el impacto de una pandemia a nivel global, que se encuentra generando un alto grado de incertidumbre en la economía y el cierre de empresas textiles en los principales países procesadores de lana, más allá de la recuperación industrial de China.
Si bien la lectura en el corto plazo es de una demanda que se incrementa por parte del gigante asiático que retoma sus actividades, en el largo plazo la situación no es clara, teniendo en cuenta la caída de la demanda a nivel minorista en todo el mundo.
Europa y Estados Unidos con sus comercios cerrados al público, empresas en Asia que comienzan a disminuir sus compras debido a que caen los contratos desde el sector minorista, son algunas de las variables que hoy se encuentran entorno a una esperada recesión de la economía a nivel mundial y la industria textil lanera no es ajena a la misma.
A este contexto causado por el Covid-19, se suma una problemática generalizada en la cadena lanera australiana: la baja calidad de la fibra ofertada esta zafra, con un volumen muy importante de lanas MF5/MF6/MF7, de calidad inferior, bajos rendimientos al lavado y menores datos de resistencia a la tracción, presentada en la venta esta semana lo cual generó una fuerte caída en el nivel de colocación de la fibra.
Para esta semana se registró una oferta de 45.201 fardos en los tres centros de venta, sin embargo los productores australianos mostraron resistencia a vender a los actuales valores, retirando un 16,6% previo al comienzo de las subastas. Posteriormente durante las ventas la demanda no logró adquirir más del 55,1% de lo propuesto, debido a que no se lograron satisfacer las reservas de los productores.
Dentro de este contexto el Indicador de Mercados del Este (IME) retrocedió a valores de setiembre del año 2010, cayendo por debajo de los US$ 8,00 por primera vez en la zafra. La semana de ventas finalizó con US$ 7,89 por kilogramo base limpia, registrando una pérdida de 65 centavos en la semana. En la moneda local, el indicador cotizó a A$ 12,87, cayendo 58 centavos en la suma de las dos jornadas de venta.
De acuerdo al informe de Australian Wool Exchange, las ventas continúan en la próxima semana, durante los días 7 y 8 de abril, con una oferta de 44.216 fardos.