En la jornada de ayer, el Dr. Jorge Bonino, fue convocado a participar en el Simposio de Ovinos de las 48 jornadas de Buiatría. En el marco de su presentación que tuvo como eje central al compartimento ovino, el profesional destacó los objetivos para esta figura sanitaria, donde posicionó en primer lugar la consolidación del mercado estadounidense para las carcasas superiores a los 22 kilos. Avanzar en la concreción de mercados como Japón, Israel y el resto del Nafta, así como también aprovechar el Brexit y continuar trabajando con la Unión Europea, pero también con el Reino Unido. Al mismo tiempo lograr mercados para carne de Calidad, producida por reses de adultos, mayores a cuatro dientes.
A nivel interno buscar adecuar los compartimentos para la producción de Corderos Precoces o “Mamones” sin destetar, imponer el “cordero maquillado” para mejorar los ingresos de los criadores y avanzar en la creación de una “Asociación de Compartimentos (COCAC)” para trabajar en la eficiencia de los mismos.
Bonino destacó que el “Compartimento ovino” ha jerarquizado al país y a sus veterinarios en particular, siendo una gran herramienta para aplicar en animales en pie, genética (semen y embriones) y campañas sanitarias.
La cadena ovina (criador-“invernador”-industrial) debe fortalecerse e igualarse, dejando de ser el productor el más expuesto y el industrial quién regula el precio acorde a su beneficio. Además ambos deben valorar al criador a fin de tener la oferta necesaria.
En este contexto, Bonino dio a conocer los valores que se obtuvieron por los corderos procedentes de los compartimentos en 2019 y 2020. El primer año los valores fluctuaron entre US$ 4 y US$ 5,13, a lo que se suma el 5% por “cumplimiento”, oscilando en el mismo período un precio entre US$ 3,31 y 4,18 para el cordero pesado tipo SUL. Por su parte en 2020 los valores estuvieron entre US$ 4,28 y US$ 4,40, cotizando entre US$ 3,42 y 4,01 el cordero pesado tipo SUL.
Otro de los puntos a mejorar son los aspectos reproductivos, en particular la tasa reproductiva, deben mejorarse para lograr un mayor número de corderos, aumentando la oferta y el stock de hembras a encarnerar.
Las restricciones de abigeatos y depredación hay que levantarlas para que se expanda el ovino en predios de pequeña y mediana escala y concientizar a los de mayor escala de que el rubro es “complementario” de cualquier sistema de producción con una gran rentabilidad.
Al finalizar, Bonino dijo que el mayor desafío es aumentar el número de corderos mejorando los índices reproductivos, seguir abriendo mercados y buscar el producto más rentable para el criador, el “invernador” y el industrial. Es decir “la consolidación de una cadena ovina, transparente y comprometida será la base para el logro de estos objetivos”.