El receso de tres semanas en el mercado lanero australiano se fue y se llevó consigo 87 centavos del Indicador de Mercados del Este (IME), parte por las turbulencias financieras ocasionadas por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, parte por la calidad de la lana oferta y también por un agosto que continúa siendo de vacaciones en el hemisferio norte.

El primer día de ventas el mercado en dólares estadounidenses se vio afectado por la fluctuación de las monedas, en tanto que ayer con las monedas más estables se esperaba un mercado más estable, pero peso la calidad de la oferta ante una demanda débil y enfocada a una fibra de calidad buena a superior.

La mayor parte de lo ofertado por los productores australianos correspondió a lanas de baja calidad, con contenidos de materia vegetal superiores al 2% y resistencia a la tracción por debajo los 30 Nkt. Aquellas lanas de mejor calidad se defendieron mejor, aunque también ajustaron a la baja.

En este contexto el Indicador de Mercados del Este cerró a US$ 11,35 por kilogramo base limpia descendiendo un 7,1% en los dos días de ventas, es decir perdiendo 87 centavos respecto al cierre de la semana previa al receso el pasado 11 de julio. En la moneda australiana el IME cerró a US$ 16,76, registrando así una baja del 4,4%, 78 centavos por debajo.

En el contexto semanal los productores australianos ofrecieron 41.543 fardos, de los cuales se comercializó el 71,4%, el menor porcentaje de venta de los últimos años. La oferta aparentemente no cederá la próxima semana, teniendo en cuenta que se pondrán a consideración de la demanda más de 43.000 fardos durante los días miércoles 14 y jueves 15 de agosto, en los tres centros de ventas.