La helada que azotó al norte del país a inicios de julio dejó serias consecuencias en la producción citrícola, generando preocupación entre los productores por la pérdida de fruta, la caída de ingresos y la incertidumbre sobre cómo afrontar las tareas de campo en la próxima zafra. En ese contexto, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Matías Carámbula, participó de una reunión en la Sociedad Fomento de Salto para escuchar de primera mano los planteos del sector afectado.
"Esta fue una reunión que nos pareció importante para escuchar los planteos de los productores y evaluar, dentro de una situación bastante complicada del Ministerio, si es posible apoyar de alguna forma", afirmó Carámbula, reconociendo que, para muchos, los daños han sido considerables.
Medidas en evaluación
Uno de los temas centrales del encuentro fue el pedido de los productores de implementar apoyos para el sector, principalmente de la producción familiar. "Lo estamos analizando en diferentes tiempos: a corto plazo, de forma urgente, y también con una mirada más a mediano y largo plazo", explicó el subsecretario.
Aunque el Fondo de Emergencia Agropecuaria se encuentra comprometido hasta 2027, y el del Fondo de la Granja con sus recursos asignados para el 2025, el jerarca no descartó el uso de herramientas específicas dentro de ese último instrumento para asistir puntualmente a quienes hayan sufrido mayores impactos. "Estamos evaluando la posibilidad de algún apoyo puntual para los productores que fueron afectados, especialmente para tareas inmediatas como la poda, que se ven comprometidas por la caída de ingresos", señaló.
Asimismo, Carámbula subrayó la necesidad de estudiar alternativas estructurales. "Uno de los temas de fondo es el de los seguros. Hoy no hay seguros que cubran este tipo de eventos como la helada, y estamos trabajando desde la Dirección General de la Granja y el Servicio Agrícola en la posibilidad de desarrollar instrumentos en ese sentido", indicó.
El subsecretario reconoció que los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, por lo que es urgente dotar al sector de herramientas que le otorguen mayor estabilidad y previsibilidad
Ordenamiento institucional
Durante el diálogo con los productores, surgió también la necesidad de definir un marco institucional más claro y articulado para el desarrollo de la citricultura en Uruguay. Actualmente, distintos organismos del MGAP interactúan con el rubro, pero sin una estrategia centralizada.
"Hoy el sector está como desparramado en distintos lugares del Ministerio. Tenemos que ordenar un poco más, pensar cómo acompañar y promover el desarrollo citrícola de una forma más clara y no tan fragmentada", sostuvo Carámbula.
Si bien no propuso unificar todas las competencias, sugirió que el Servicio Agrícola y la Dirección General de la Granja podrían tener roles complementarios, según las capacidades de cada uno.
Articulación con otras instituciones
Otro punto clave abordado fue la posibilidad de gestionar medidas paliativas junto a otros organismos públicos. Productores presentes señalaron la necesidad de que el Ministerio actúe ante el Banco República y el Banco de Previsión Social para explorar mecanismos de alivio financiero y laboral. "Recibimos un relevamiento previo del Ministerio y de las organizaciones de productores. Hoy se plantearon una serie de herramientas que puede tener el Estado y eso sí lo vamos a gestionar para facilitar la situación", aseguró Carámbula.
En particular, se evalúa la posibilidad de prórrogas o refinanciaciones de créditos, adelanto del seguro de paro y otras medidas que podrían aliviar el impacto económico. "Al haber menos fruta, hay menos trabajo, por eso se nos planteó adelantar el seguro de paro. Son cosas que vamos a trabajar con los organismos competentes", afirmó.
Impacto en el empleo
Uno de los aspectos más sensibles de esta situación es el efecto sobre el empleo zafral en período de cosecha. Se estima que entre 6.000 y 7.000 trabajadores dependen de esta cadena productiva en el norte del país, lo que da dimensión al impacto social de las pérdidas. Además, muchos productores afectados trabajan en forma combinada en la citricultura y la horticultura. En este sentido, el MGAP también considera las afectaciones en ambos rubros. "Si bien hablamos principalmente de citricultura, también sabemos que hubo daños en horticultura. Vamos a estudiar la situación de ambos sectores, porque muchos productores combinan los dos", sostuvo el jerarca.
En el caso de la horticultura, el escenario de asistencia parece más claro, ya que está dentro de las competencias tradicionales del Fondo de la Granja. "Ahí habría más margen de intervención en una situación de emergencia", explicó. El jerarca concluyó señalando que "nos hace bien venir, estar con la gente, escuchar directamente. Es la única forma de entender realmente lo que está pasando y trabajar en soluciones posibles", concluyó Carámbula.