El clima de los últimos años ha sido un gran desafío para el sector arrocero, tanto a nivel nacional como mundial. A nivel de Uruguay, la sequía permitió alcanzar altos rendimientos por hectárea, sin embargo, limitó el área de siembra debido a la ausencia de agua en las represas, en tanto que en este año Niño seguramente las lluvias excedan el promedio, pero se tendrá menor luminosidad, lo que irá en contra de altos rendimientos.

A nivel mundial, un año Niño significa menos lluvias de lo normal y se espera que la producción disminuya, y al mismo tiempo reduzca aún más los stocks del cereal. En este sentido países importantes en la producción mundial como India, ya han tomado medidas para mantener abastecida a su población, restringiendo las exportaciones del cereal.

Alfredo Lago, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), destacó que, en los últimos dos años, se ha observado una creciente necesidad mundial de arroz. Esto ha sido impulsado, en gran medida, por problemas climáticos que han afectado diversas regiones del mundo, por ejemplo, en Asia, la región donde se cultiva la mayor parte del arroz a nivel global, la producción depende de la temporada de los monzones, y cualquier alteración en estos patrones climáticos puede tener un impacto significativo en la cosecha.

Esta situación de los stocks y las amenazas climática sobre la producción mundial ha generado que los valores del cereal suban. El sector arrocero ha firmado un precio provisorio para la pasada zafra de US$ 13,50 por bolsa de 50 kilos de arroz cáscara, pero existen productores que afirman que se superará los US$ 15 en el precio final.

El presidente de ACA señaló después del 30 de junio, el precio del arroz aumentó considerablemente debido a varios factores, incluyendo la demanda global creciente y las condiciones climáticas adversas, por lo que estimó que el precio final tendrá “un incremento importante sobre el provisorio”.

 

Rendimientos

El tema de la producción en un año de Niño fue abordado con realismo por el presidente de ACA. “Los años de El Niño han estado asociados con una menor producción debido a las lluvias por encima del promedio, lo que disminuye la radiación solar y afecta la productividad. Por lo tanto, es poco probable que se alcancen niveles de rendimiento por hectárea similares a los de los últimos tres años, en los cuales se superaron los 9.000 kilos por hectárea”, dijo.

Sin embargo, Lago señaló que los años de Niño también influyen en los precios del arroz a nivel global, lo que podría ayudar a compensar la menor producción, considerando que los costos de producción siguen siendo elevados.

Además, mencionó los desafíos adicionales relacionados con la devaluación de la moneda y el aumento de los costos de insumos agrícolas que añaden una presión significativa a los costos de producción, que actualmente superan los US$/ha 2.200.