Luego de tres semanas positivas, se interrumpió el repunte de la soja en Chicago por el avance de la cosecha en Brasil, las buenas perspectivas para la Argentina y la ralentización de las exportaciones estadounidenses. Para los cereales la semana resultó alcista, sobre todo para el trigo, que tuvo entre sus fundamentos la previsión de una menor oferta 2024/2025 europea y un recrudecimiento de los ataques rusos en Ucrania.

Así, la soja cerró con ligeras bajas en Chicago, donde las posiciones mayo y julio resignaron 0,48% y 0,58%, al pasar de 440,28 a 438,17 y de 445,52 a 442,95 dólares por tonelada.

El lunes la Conab relevó el progreso de la cosecha de soja brasileña sobre el 61,9% del área apta, contra el 55,8% de la semana anterior y el 62,5% de igual momento de 2023. El viernes el Instituto Mato Grossense de Economía Agrícola (IMEA) reportó el avance de la recolección en Mato Grosso sobre el 98,57% del área, frente al 97,48% de igual fecha de 2023 y al 98,56% promedio de los últimos 5 años. Este organismo mantuvo sin cambios, en 38,47 millones de toneladas, su estimación de producción en el Estado.

En cuanto al comercio brasileño, en su actualización de estimaciones semanales, la Asociación de Exportadores de Cereales (ANEC) de Brasil elevó de 12,90/14,53 a 12,90/15,13 millones de toneladas el rango de exportaciones de poroto de soja previsto para marzo, contra los 9,53 millones despachados en febrero y los 14,44 millones del tercer mes de 2023. El cálculo para las exportaciones de harina de soja en marzo fue reducido levemente, de 2,21 a 2,13 millones de toneladas, frente a los 1,43 millones de febrero y a los 1,81 millones de marzo del año pasado.

Por su parte, desde China, el martes se informó que, con el fin de incrementar su producción, el gobierno aprobó para su siembra tres nuevas variedades de soja genéticamente modificada provistas por una firma del grupo Syngenta. Fuente: Granar Research