Con bajas superiores al 2,5%, la soja completó una mala semana para sus precios en Chicago, mientras las cosechadoras se ponen en marcha y los compradores chinos siguen lejos de los puertos estadounidenses.

Con tres de cuatro ruedas bajistas luego del feriado por el Día del Trabajo en Estados Unidos, fue negativo el balance de la semana para los precios de la soja en Chicago, donde los contratos noviembre y enero retrocedieron un 2,61 y un 2,52%, luego de pasar de 387,46 a 377,36 y de 394,08 a 384,16 dólares por tonelada.

Aunque nadie cree que el mayor importador de soja del mundo aplique una veda total al grano del segundo mayor productor y exportador global por los efectos de la vigente guerra comercial, hoy el mercado estadounidense está experimentando un vivir sin China, dado que mientras las máquinas se ponen en fila para salir a levantar los primeros lotes de la campaña 2025/2026 en el sur de Estados Unidos las estadísticas sobre compras chinas siguen marcando cero.

Los más optimistas consideran que detrás de los "destinos desconocidos" que encabezaron la nómina de compradores durante todo agosto está China, pero eso forma parte de las conjeturas, en tanto que la realidad continúa siendo: China, cero toneladas. Y esto intranquiliza a inversores que ven como el gigante asiático continúa centrando sus compras en Sudamérica, con un programa de embarques tal que le permita una fluida recepción de granos en los próximos meses. Mientras el sector agrícola estadounidense busca salidas del intrincado laberinto en el que la Casa Blanca lo introdujo, con treguas endebles y aranceles que dependen del pronunciamiento de la Justicia, el futuro inmediato de los precios de la soja en Chicago estará relacionado con el resultado de la cosecha, que los privados están ubicando por debajo de la marca prevista por el USDA, y con decisiones que se toman en Pekín. En tiempos recientes, con un comercio operando en plena normalidad, una cosecha en torno de los 115 millones de toneladas para Estados Unidos encendería alarmas de un posible racionamiento de demanda. Hoy, de momento, no suenan.

En tanto, el aceite, que supo ser sostén para la soja por la previsión de un mayor uso en la industria del biodiésel, volvió a completar la semana con saldo negativo, luego de caer más del 6% en el segmento anterior. En efecto, en esta ocasión el contrato diciembre del subproducto retrocedió un 1,75% en Chicago, luego de pasar de 1.149,48 a 1.129,41 dólares por tonelada.  

Maíz y trigo

El maíz también cerró con signo negativo, pero esas pérdidas apenas mayores al 0,5%, luego de dos semanas alcistas seguidas, podrían leerse como un mal menor frente al avance de una cosecha inédita. El sostén lo volvió a aportar un elevado volumen de ventas semanales. El trigo no logró quebrar una racha negativa que en Kansas sumó la séptima semana consecutiva. A la abundante oferta del hemisferio Norte parece que desde el mes próximo se le uniría otra oferta igualmente abundante desde el hemisferio Sur. Esto último viene repercutiendo sobre los valores vigentes para el trigo nuevo argentino, que se ubican casi un 8% detrás del nivel del mercado disponible.  Fuente: Granar Research

 

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