Tras cerrar en baja el viernes, la soja completó su tercera semana negativa consecutiva en Chicago. Para esta nueva caída volvió a influir la falta de demanda china por soja nueva de Estados Unidos, en medio de tensiones que no cesan entre ambos países, ahora con el petróleo ruso como eje de conflicto, luego de que Trump amenazó con aranceles adicionales a los países que compran crudo al Kremlin, entre los que se destacan China y la India.
También quedaron del lado de los fundamentos bajistas la fluidez con la que se prolongan en el tiempo las ventas de soja de Brasil, a casi siete meses del cierre de la cosecha 2024/2025, y el retorno –desde mañana– de las lluvias sobre áreas del cinturón sojero/maicero, que favorecerían el desarrollo de los cultivos en un mes que es clave para los rindes de la oleaginosa. El contrato de setiembre perdió US$ 2,3 el viernes en Chicago y cerró la semana en US$/t 356 (-0,2%).
Relacionado con esto último, los operadores prevén que el martes el USDA estime en leve alza el volumen de la producción de soja estadounidense. El jueves, luego de la actualización del mapa que monitorea la sequía en Estados Unidos, el organismo justó del 5% al 3% la superficie cubierta con soja que experimenta condiciones de sequía, contra el 4% de igual momento de 2024.
Para los subproductos el cierre semanal marcó altibajos. Tras caer ayer el contrato septiembre del aceite de soja acumuló una pérdida del 3,25% en Chicago, al bajar de 1.201,06 a 1.162,03 dólares por tonelada. En cambio, la harina de soja, que intenta recuperara algo del valor perdido en los últimos meses, mejoró un 2,11% para el mismo contrato, que pasó de 298,61 a 304,90 dólares.
Trigo y maíz
Tras una jornada volátil, el maíz cerró con leves bajas en Chicago el viernes, donde los precios cayeron por tercera semana consecutiva y quedaron en mínimos para buena parte de los contratos activos. El contrato de setiembre cerró a US$/t 151 (-1,7% en la semana).
Entre los factores que derivaron en la nueva caída se destacaron la crisis arancelaria generada por la Casa Blanca, que mantiene bajo tensión a los inversores y en riesgo la economía global, y la chance de que el martes el USDA eleve su previsión sobre el volumen récord de la cosecha estadounidense, apuntalada por las lluvias que en los próximos días favorecerían los cultivos del Medio Oeste (los mayores acumulados se auguran sobre el Oeste de la zona núcleo). Tras la actualización del mapa que monitorea la sequía, el USDA redujo del 7% al 3% la superficie cubierta con maíz que experimenta algún grado de sequía, un dato que quedó por debajo del 5% de igual momento de 2024.
Por su lado, el trigo terminó la jornada con bajas en las plazas estadounidenses, donde sumaron la tercera semana bajista seguida. El mercado siguió presionado por las tensiones comerciales derivadas de los aranceles y por la entrada del grano nuevo del hemisferio norte en el circuito comercial, que obliga a todos los proveedores a mantenerse competitivos. La previsión de pocas lluvias sobre el Norte de las Grandes Planicies en los próximos días mejoró el panorama para el avance de la recolección del trigo de primavera. La posición diciembre en Chicago cerró a US$/t 197 (-0,4% en la semana).
El cierre también fue negativo el viernes para el trigo en el Euronext, donde las posiciones septiembre y diciembre resignaron 1,25 y 2,25 euros, al terminar la jornada con ajustes de 196,50 y de 199,50 euros por tonelada.
Fuente: Granar Research