Con el impulso de la aceleradora global Eatable Adventures y el apoyo de BID Lab, se presentó en Buenos Aires y Montevideo un hub regional que busca escalar soluciones innovadoras para la seguridad alimentaria.
El Cono Sur, una de las regiones con mayor capacidad productiva de alimentos del mundo, enfrenta también grandes desafíos: según la FAO, en 2023 unas 110,4 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina. En este contexto nació FoodRise, el nuevo hub de innovación regional impulsado por Eatable Adventures con el apoyo de BID Lab, el brazo de innovación y venture capital del Banco Interamericano de Desarrollo.
La iniciativa fue presentada en Buenos Aires y en Montevideo (en el Parque de Innovación del LATU), con la participación de Bruno Gili (Uruguay Innova – Presidencia de la República), Lucila Arboleya (LATU) y Erika Molina (BID Lab), entre otros.
Tecnología, colaboración e impacto
FoodRise busca vincular centros de investigación, startups, empresas del sector alimentario y organismos públicos para acelerar innovaciones que mejoren la producción, conservación, distribución y acceso a los alimentos. Nace con presencia en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, con la misión de transformar la base científica y tecnológica en soluciones escalables y sostenibles.
“Nuestra región produce suficientes alimentos para nutrir al mundo, pero necesitamos de soluciones innovadoras para que estos alimentos lleguen a la mayor cantidad de personas”, señaló Juan Negro, director de Eatable Adventures para el Cono Sur.
Por su parte, Erika Molina, especialista senior de BID Lab, afirmó: “Este proyecto no solo tiene el potencial de mejorar la seguridad alimentaria, sino que también contribuye significativamente a la resiliencia de las economías. Creemos firmemente que, al apoyar a los emprendedores, estamos invirtiendo en un futuro más resiliente y próspero para todos”.
Programa de aceleración
La primera actividad de FoodRise será el lanzamiento de un programa de aceleración de startups, enfocado en proyectos de triple impacto (económico, social y ambiental). El énfasis estará en tecnologías que permitan alargar la vida útil de los alimentos, reducir desperdicios, mejorar el valor nutricional, desarrollar ingredientes alternativos, optimizar procesos, logística y packaging.
El hub también trabajará con empresas, sector público y sociedad civil, combinando aceleración, inversión y alianzas estratégicas. Las startups interesadas en participar ya pueden postular en la web del hub (www.foodrisehub.com/programa-de-aceleracion/).
Desafíos de inversión y regulación
FoodRise también apunta a dinamizar la atracción de capital y el marco regulatorio. Actualmente, América Latina recibe apenas el 2% del capital de riesgo global y se mantiene rezagada en innovación según el Global Innovation Index 2024. A esto se suman los tiempos regulatorios que frenan la escalabilidad de nuevas soluciones.
Con su base en el Cono Sur, FoodRise busca transformar la capacidad productiva y científica de la región en un motor de acceso alimentario seguro, equitativo y sostenible.