Con leves bajas cerró la soja en Chicago por lluvias que cayeron sobre zonas del norte del cinturón sojero/maicero estadounidense, donde aún hay cultivos que podrían beneficiarse del aporte de humedad para terminan de definir su potencial de rinde tras el feriado del lunes en EEUU por el Labor Day.
En su reporte semanal sobre la inspección de embarques estadounidenses, en esta ocasión sobre el segmento del 25 al 31 de agosto, el USDA relevó este martes despachos de soja por 378.595 toneladas, por encima de las 326.066 toneladas del informe anterior y dentro del rango estimado por los operadores, de entre 200 mil y 405 mil toneladas. En sus partes diarios, el USDA confirmó ayer una nueva venta de soja 2023/2024 a destinos desconocidos, por 251 mil toneladas.
En su informe de estimaciones agrícolas, Abares estimó la nueva cosecha de colza de Australia en 5,15 millones de toneladas, por debajo de los 8,27 millones de la campaña 2022/2023, pero arriba de los 4,90 millones previstos por el USDA en agosto.
En tanto, tras dos semanas bajistas seguidas, el maíz cerró en alza en Chicago. Además de algunas compras de oportunidad de los inversores, le dio sustento al repunte la falta de avances en las negociaciones por reestablecer un acuerdo de granos para el Mar Negro.
Según Abares, la producción 2023/2024 de cebada en Australia alcanzaría los 10,49 millones de toneladas, por debajo de los 14,14 millones de la campaña anterior, pero por encima de los 10 millones proyectados por el USDA el mes pasado. Limitaron el repunte el progreso de la cosecha en el sur de Estados Unidos y el último tramo de la recolección de la safrinha récord en Brasil. Al respecto, la Conab relevó el avance de la segunda cosecha brasileña sobre el 89,2% del área apta, frente al 84% de la semana anterior y al 97,1% de igual momento de 2022.
Finalmente, el trigo tuvo un repunte muy parcial en el mercado estadounidense tras las importantes bajas de la semana pasada. Entre los factores que influyeron sobre la plaza del grano fino se destacaron la fuerte caída de la producción proyectada en Australia, en contraste con las mejores perspectivas para la cosecha y las exportaciones de Rusia.
Aportó sostén la falta de avances en cuanto a un eventual nuevo acuerdo de granos para el Mar Negro tras la reunión sostenida el domingo entre los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. Más allá del positivismo del mandatario turco, que sigue hablando de una pronta resolución de las diferencias, el Kremlin continúa exigiendo el levantamiento de las sanciones de Occidente que afectan, según sostienen, su normal comercio agrícola, algo que no se ve reflejado en las cifras, que marcan sucesivos récords de ventas, puntualmente de trigo.
En tanto, la Abares estimó en 25,39 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2023/2024 de trigo de Australia, un 36,03% por debajo de los 39,69 millones de la campaña anterior. El dato oficial también quedó por debajo de los 29 millones proyectados por el USDA en agosto.
Como contracara, y luego de elevar a finales de agosto de 87,10 a 92,10 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de la cosecha 2023/2024 de trigo en Rusia, la consultora SovEcon incrementó ayer de 48,10 a 48,60 millones de toneladas su cálculo sobre las exportaciones rusas. "Esta revisión refleja aumentos sustanciales en la estimación de la producción, un alto ritmo de exportaciones y ventas sin precedentes a principios del nuevo ciclo agrícola. El volumen de ventas de agosto fue de aproximadamente 6 millones de toneladas, en comparación con los 2,5 millones de toneladas de igual mes del año anterior", indicó la firma. Fuente: Granar Research