El Ing. Agr. Horacio Giordano, protagonista del tercer podcast de “Bien Plantados”, es el coordinador de Medio Ambiente de Montes del Plata y en una conversación con Panorama Forestal comentó sobre las tareas que se desarrollan en la empresa de cara a la conservación y preservación de Áreas de Alto Valor de Conservación.

“Las Áreas de Alto Valor de Conservación (AAVC) que tenemos dentro de la empresa son aquellas que tienen una singularidad, una particularidad ambiental y por su presencia de flora y fauna nativas. Por ejemplo, tenemos un bañado muy importante, que monitoreamos desde el año 1996, uno de los seguimientos más amplios y antiguos que tiene el país. Allí hemos encontrado más de 250 especies de aves, un número muy alto si se tiene en cuenta que Uruguay tiene aproximadamente 400 especies de aves continentales (las que viven dentro del territorio)”, explicó Horacio Giordano.

“También tenemos palmares. Parecen algo simple pero esos palmares de 10 a 12 metros de altura tienen 200 años de antigüedad; o sea que Uruguay recién estaba arrancando su independencia y los palmares ya empezaban a crecer; hoy los estamos disfrutando y es importante conservarlos”, destacó.

El experto relata cómo se desarrolla su trabajo. “Una vez definidas las áreas en los planos, en el escritorio, vamos al campo y allí verificamos las áreas de conservación. En algunos casos hay que hacer correcciones; por ejemplo: si aparecen especies singulares, como tunas en un pedregal, se deja sin plantar una zona alrededor para que la sombra de los árboles no afecte a esos pedregales y las especies que tienen”, explica.

“Asimismo, tenemos las áreas de pictografías, parecidas a las de Chamangá, pero en Maestre Campo, en Durazno. Esas áreas también están protegidas porque se incorpora un concepto de paisaje protegido, que pasa por proteger las piedras y todo el paisaje que está alrededor”, agrega. “En la zona de Tres Árboles tenemos una especie protegida de lagartija, que fue descubierta por el biólogo uruguayo Raúl Vaz Ferreira en 1959, llamada Homonota uruguayensis”. Son ejemplos concretos de biodiversidad y su conservación.

Para Giordano, el objetivo es combinar producción y conservación. “Esto no es un parque nacional, pero tampoco implica plantar por cualquier lado: hay zonas importantes para la conservación, lugares casi únicos que tenemos que proteger. Y por otro lado tenemos las zonas para producir y es buena la combinación: poder producir y conservar en el mismo espacio; es el concepto de sostenibilidad ambiental del que tanto hablamos y que muchas veces utilizamos mal”, remarca Giordano.

Montes del Plata maneja unas 260 mil hectáreas, el 35% son áreas naturales (unas 90 mil hectáreas) no forestadas. “No todas ellas son de Alto Valor de Conservación, aclara el experto. En dichas áreas también tenemos semilleros de pasturas naturales, porque entendemos que las pasturas naturales son ecosistemas y ecotipos singulares, que se han desarrollado en diferentes tipos de suelo y eso también lo estamos conservando; es importante mantener ese patrimonio genético que también es parte de nuestra vivencia”.

Bañados, palmares, pedregales, pasturas naturales, etc.; en los campos de Montes del Plata hay un amplio abanico de ecosistemas y paisajes. Y también tratan de constituir y ampliar los denominados Corredores Biológicos. “Son espacios por donde la flora y la fauna se pueden dispersar y pasar de un ecosistema al otro. Por esos corredores y lugares se desplaza la fauna, y están conectados con otros corredores secundarios que son los ríos y los arroyos. El 98% de nuestras Áreas de Alto Valor de Conservación están dentro de los corredores biológicos, lo que permite mantener una ‘plasticidad genética’ que es importantísima para enfrentar el cambio climático”, afirma Giordano.