Enrique Albanell, director de cabaña El Yunque, destacó la importancia del premio obtenido en la Expo Prado 2025 y la venta del 50% Gran Campeón Angus en US$ 37.000. El cabañero subrayó que la distinción se suma a la validación del mercado y a un plan de trabajo de largo plazo que combina selección genética y uso de DEPs. Además, en entrevista con Informe Tardáguila, habló sobre por qué incursionaron en la terminación a corral.
¿Cuál es el balance que hacen después de lo que fue la coronación en el Prado con el gran Campeón Angus y la venta del 50% de ese reproductor?
La verdad es que El Prado fue una satisfacción enorme, básicamente porque Angus es una pista que año a año crece en cantidad, pero lo que más crece es la calidad. Cada vez hay animales más importantes y un profesionalismo en los cabañeros que hace que ganar sea un premio de gran satisfacción. La competencia es muy fuerte y poder haber ganado es espectacular, es como la frutilla de la torta para todo el equipo.
En cuanto a la comercialización, también es otro premio. No solo la pista fenotípica y la jura anduvieron bien, sino que el mercado también lo validó. El toro combinaba un fenotipo muy atractivo, con moderado, sello racial, profundidad y ancho, además de un paquete de DEPs muy buenos. Eso llevó a que varios centros de inseminación pujaron y consolidaron el precio final del 50%.
El toro sigue en la cabaña, ¿cómo será el manejo ahora?
Hoy está en el centro de Gensur porque el 50% fue adquirido por esa empresa. La idea es congelar semen hasta fin de año, después usarlo en el plantel de la cabaña y volver a congelar. Hay bastante demanda, por lo que seguramente el toro va a tener un suceso importante de ventas.
La cabaña está cumpliendo 25 años de remates, ¿qué ejes estratégicos han definido en este tiempo?
El Yunque tiene 75 años de trayectoria. Desde mi abuelo hasta mi padre, y ahora nosotros, siempre el objetivo fue usar la genética como insumo para mejorar la competitividad: animales más fértiles, de rápido crecimiento y adaptados al ambiente. Coincidimos con el boom del Angus hace 20-25 años y se dio un vuelco más comercial, pero siempre buscando abastecer nuestra propia producción.
Trabajamos con DEPs y ahora sumamos el genotipado de cada toro, lo que da mayor precisión en la información. Todos los reproductores se venden con ese respaldo, que es una herramienta de valor para los clientes.
¿Qué oferta tienen este año en el remate?
Son 120 toros Angus de pedigree, negros y colorados, todos genotipados y con datos objetivos. También 15 toros Brangus y, en vientres, 40 Angus preñadas de dos años y 300 vaquillonas negras y coloradas, en su mayoría preñadas. Todo con flete gratis. Se remata en Fraile Muerto, bajo el martillo de José Icardi de Megaagro, con financiamiento de Scotiabank y hasta 1 año de plazo para reproductores.
Están desarrollando un feedlot en Caraguatá para 6.000 cabezas. ¿Cuál es el objetivo del proyecto?
Hace dos años empezamos con el corral como herramienta estratégica. En años de sequía ayuda a sostener la producción y en momentos como este, con una buena relación grano-carne, es un negocio atractivo. Nos permitió dinamizar el ciclo, mejorar la recría y aumentar la eficiencia. Hoy somos un ciclo completo con recría a pasto y terminación a corral. Es una herramienta que, si se mantiene el escenario, va a ser un gran dinamizador de la ganadería en Uruguay.
¿Cómo se manejan con la comercialización del ganado en corral?
Nuestra política es cerrar siempre con la salida asegurada, ya sea a precio fijo, con base o variable. Se analizan costos e ingresos antes de encerrar y, si hay margen, se avanza. Así trabajamos con cartas vistas.
El escenario actual es favorable, ¿cómo ven la cadena?
Hoy toda la cadena está cómoda. El criador está fuerte, los corrales funcionan bien y los industriales también. Parece que todos estamos trabajando en equilibrio.