La faena de vacunos en los países del Mercosur está en caída en el arranque de 2020, pero eso no ha significado una disminución del volumen exportado. Por el contario, las exportaciones se han sostenido e incluso incrementado de forma moderada, favorecidas por la fuerte ganancia de competitividad de la exportación en comparación con la alicaída demanda interna, impactada por la crisis de la pandemia de coronavirus.

En los primeros cuatro meses del año la faena de vacunos en el Mercosur se estima en 12,7 millones de cabezas, unas 900 mil menos (-6,6%) que las que se habían procesado en el mismo período de 2019. La baja más intensa se dio en Uruguay (28% o 231 mil cabezas), pero el que tiene un peso relativo mayor es Brasil, donde se estima que los frigoríficos con habilitación federal procesaron 7,06 millones de vacunos, 955 mil menos (-12%) que en 2019. Argentina y Paraguay compensaron parcialmente el descenso de sus socios.

Pero esta caída en la producción no impidió que las exportaciones se mantengan sostenidas, a pesar de las grandes complicaciones en el comercio internacional por las trabas establecidas para intentar limitar la expansión del coronavirus. El Mercosur exportó casi 790 mil toneladas entre enero y abril, por encima de las 770 mil toneladas del mismo lapso de 2019.

La ganancia de competitividad de la exportación respecto a la demanda interna, en especial en el caso de Brasil, es la principal causa de que se haya mantenido la corriente exportadora. Los frigoríficos brasileños compran la hacienda en reales y quienes trabajan para el mercado interno venden la carne en esa moneda para satisfacer la demanda de un castigado consumidor brasileño. Por el contrario, el exportador vende ese producto a dólares que cada vez valen más reales. Ayer el dólar superó los R$ 5,83, lo que implica una devaluación de 45% desde que empezó el año. El boi gordo en Brasil bajó esta semana a cerca de US$ 2,05 el kilo carcasa, fundamentalmente debido al impacto del tipo de cambio.

En base a ello, a pesar de la menor producción, los exportadores brasileños elevaron sus ventas al exterior a 467 mil toneladas embarcadas, 5% más que en los primeros cuatro meses de 2019. En Argentina pasa lo mismo, aunque los exportadores deben cambiar las divisas que reciben al tipo de cambio oficial —muy por debajo del paralelo— y además pagar un impuesto de 9%. Argentina elevó las exportaciones algo más de 10% en el cuatrimestre, por encima del aumento de la faena que fue de 6%.

En Uruguay sucede algo similar: la caída de la exportación es proporcionalmente inferior al de la producción en lo que va del año (20% y 28%, respectivamente), en este caso compensado parcialmente por un aumento de los volúmenes importados desde la región. Paraguay es el país que ha tenido un crecimiento similar de la faena y la exportación, en el eje de 3-4%.

En definitiva, la región —principal proveedora de carne vacuna al mundo— mantiene un fuerte ritmo de ventas por una demanda que más allá de las complicaciones del coronavirus sigue ávida por proteína animal, en especial en el continente asiático y más concretamente en China.