Israel ha cobrado nuevamente protagonismo para las exportaciones de carne vacuna uruguaya. En el 2024 ocupa la cuarta posición en el ranking con una cuotaparte del 5%. Se han embarcado unas 17 mil toneladas, con un crecimiento interanual del 132%, por US$ 83 millones (+109%). En ese contexto, el subdirector del Servicio Oficial Veterinario de Israel, Dr. Sergio Dolev, dio una conferencia organizada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC) en la Expo Prado donde habló sobre el consumo de alimentos en Israel, la demanda de carne, y de la posibilidad que está estudio para habilitar la importación de ganado en pie desde Uruguay.
Con una población que sigue creciendo, hoy tiene 9,9 millones de personas (cada mujer tiene un promedio de 3 hijos), las perspectivas para el consumo de carnes son promisorias a futuro. Además, Dolev explicó que Israel tiene limitaciones geográficas y sanitarias para elevar su producción doméstica. El consumo de carne es actualmente de 23,4 kg por habitante y crece bastante por encima del promedio de los países de la OCDE. Dos tercios prácticamente (64%) es de carne aviar, seguido por la vacuna (30%), y la ovina (5%).
El 70% de la carne que consumo Israel es importada, con un crecimiento aumento de la carne vacuna enfriada en los últimos años. La extensión de la vida útil de los productos y la buena cadena de frío que tienen los comercios en Israel abren el camino para que puede seguir ingresando más carne enfriada, según Dolev. Añadió que hoy los consumidores israelís le están dando más importancia a las etiquetas y las nuevas generaciones están innovando con la preparación de carne en cortes más grandes como ocurre en el Mercosur.
El 70% de la población en Israel consume carne kosher y desde hace varias décadas existe una norma que impide la importación de carne que no esté bajo ese rito. La revisión más importante que realizan las cuadrillas tiene que ver con los pulmones y los intestinos de los animales, mientras que el salado de la carne se aplica para “sacarle el alma (sangre) al cuerpo”. Prácticamente la totalidad de los negocios que se hacen con Israel es por delantero, aunque también existe la posibilidad de colocar cortes del trasero bajo el rito Nikur, pero es un proceso costoso dado que se deben sacar todos los nervios y venas a los cortes.
En materia de bienestar animal, Dolev consideró que a futuro “no deberían existir cambios importantes sobre el rito kosher”. El último que más incertidumbre y ruido había generado en su momento tanto para la industria como la importación fue la introducción de los cajones de volteo de los animales, escollo que ya fue superado para las plantas que faenan para Israel desde el Mercosur.
La visión de un industrial
Al cierre de la charla, el director de Frigoyí (Bilacor SA), Martín Piñeryo, destacó el canal comercial que ha logrado Uruguay en los últimos años con Israel. “Es un mercado constante que lo tenemos todo el año”, destacó, salvo los períodos de receso por festividades en el calendario hebrero. “Hay una fidelidad entre los importadores; nunca dejan de venir”, destacó. La planta de Frigoyí trabaja regularmente con una cuadrilla de kosher especial, que tiene exigencias (y precio) superiores al regular.
Piñeryo consideró que a futuro sería oportuno organizar algún tipo de evento para promocionar más el consumo de carnes uruguayas en Israel y evaluar alternativas con más valor agregado como alimentos procesados (salchichas, por ejemplo).