A principios de 2020, una de las decisiones con mayor impacto en la salud del stock de ganado brasileño se anunciará en marzo. El mismo se refiere al comienzo efectivo del trabajo de suspender la vacunación contra la fiebre aftosa en el país, en regiones de importancia económica para el ganado, por una enfermedad que ya ha causado daños incalculables a los productores en la historia del sector.


El estado de Acre informará a las autoridades sanitarias si podrá suspender la vacunación en su stock de 2,1 millones de animales. Si la respuesta es favorable, todo estará en línea con la política de bloque adoptada por Brasil.
Por otro lado, el pasado 4 de diciembre, en una audiencia pública, el gobierno estatal de Rondônia informó que dejará de vacunar a su rebaño de 13,9 millones de animales contra la fiebre aftosa este año, incluidos los búfalos. La decisión aislada choca con las pautas de salud acordadas con la Organización Internacional para la Salud Animal (OIE). Esto se debe a que, según el cronograma presentado a la OIE, la suspensión de la vacunación en todo el país, a partir de este año, se llevaría a cabo en bloques de estados, divididos en cinco grupos, consignó DBO.

Rondonia