Los congresistas estadounidenses y las agencias de protección al consumidor dicen que la carne vacuna brasileña aún puede presentar riesgos y hacen presión sobre la decisión del Departamento de Agricultura (USDA) de levantar el embargo a las importaciones.

Aunque la inspección más reciente realizada por el USDA autorizó la venta de carne brasileña, varios parlamentarios expresaron escepticismo sobre las mejoras a largo plazo.

"Como Estados Unidos cortó las importaciones brasileñas de carne fresca menos de un año después de que Brasil obtuviera el acceso en 2016, tenemos serias preocupaciones sobre la capacidad de Brasil de mantener estándares adecuados de seguridad alimentaria a largo plazo", escribieron 15 senadores, incluida la diputada del Partido Demócrata Debbie Stabenow (Michigan), que forma parte del Comité de Agricultura. Los parlamentarios solicitaron al gobierno una respuesta por escrito antes del 10 de marzo.