Como es habitual, la Asamblea de la SPLF del pasado viernes abordó diversas temáticas clave para la producción lechera del país. Uno de los asuntos centrales fue la situación presupuestal del Inale, planteado por el presidente saliente Horacio Rodríguez. La inquietud compartida por las gremiales fue la falta de recursos asignados al Instituto por parte del Poder Ejecutivo en el proyecto de Ley de Presupuesto quinquenal.
Al respecto, el presidente del Inale, Ricardo de Izaguirre, informó que, tras gestiones realizadas ante el gobierno, se aseguraron los recursos para el funcionamiento del organismo tanto en lo que resta de 2025 como para 2026.
Por otra parte, Rodríguez advirtió sobre una situación que afecta directamente a los tamberos: una industria comunicó a un grupo de remitentes que dejará de levantarles la leche en breve, y otras plantas ya adelantaron que no tienen capacidad para recibir ese volumen. "Es una preocupación grande", afirmó.
Desde Conaprole explicaron que la cooperativa tiene su capacidad de recibo colmada, ya que sus silos están completos, en parte debido al conflicto sindical con su gremio.
El presidente de la cooperativa, Gabriel Fernández, dijo que no pueden recibir a nuevos productores por el momento, y recordó las condiciones actuales para nuevos ingresos: exclusividad, contrato por cinco años y compra del capital lácteo. “Ni bien se habilite la capacidad, podremos recibir a nuevos productores”, indicó.
Otro tema que surgió fue el acceso de cinco gremiales lecheras al campo de María Dolores, que tendrá 500 hectáreas para maíz bajo riego y otras 100 ha de secano. Rodríguez destacó que se trata de una oportunidad significativa para las gremiales, aunque reconoció que el desafío productivo es grande: “Ojalá la producción llegue a precios razonables para los productores”. También valoró el apoyo de Prolesa en la financiación de insumos para la implantación de maíz.
Precio de la leche y competencia creciente
El presidente de Conaprole también hizo referencia al precio de la leche. Señaló que la cooperativa ya tiene vendida buena parte de su producción de primavera, por lo que no se prevén cambios en el precio al productor hasta fin de año. Sin embargo, advirtió por la ausencia de Brasil como cliente, debido a un incremento del 8% en su propia producción.
Durante su intervención, Fernández también reflexionó sobre los riesgos que enfrentan incluso las grandes empresas, tomando como ejemplo la reciente charla del exgerente general de Sancor, Jorge Arnaldo: “Quedó claro que no hay empresas que sean inmortales. En su momento, Sancor fue un espejo para nosotros”.
El ejecutivo alertó sobre la creciente competencia en el mercado interno, con consumos cada vez más segmentados y la entrada de jugadores fuertes como Froneri (que compró Crufi) o la multinacional argentina Grido, que opera con costos muy competitivos. “Esto hace que tengamos que cuidar el mercado interno. Sería doloroso tener que vender unidades de negocio como lo hizo Sancor”, advirtió.
En ese sentido, defendió la inversión en tecnología como un camino para mantener los puestos de trabajo, y afirmó que toda mejora salarial debe estar acompañada de aumentos en productividad. También lamentó los perjuicios causados por el conflicto gremial que obligó al cierre de la planta de Rivera.
Balance consolidado
El balance del ejercicio 2024-2025 de la SPLF, cerrado al 30 de junio, confirmó la solidez patrimonial de la institución. Según detalló el contador Álvaro Yanes, fue uno de los ejercicios con mayor crecimiento del activo y con una mejora significativa en el ratio de endeudamiento.
El 77% de los ingresos provino del campo de recría y los servicios de maquinaria. En el último año, se realizaron inversiones por US$ 270 mil, de los cuales US$ 125 mil se destinaron a la compra de una plantadora neumática. En los últimos tres ejercicios, las inversiones totalizaron US$ 1,5 millones, con financiamiento a largo plazo a través del BROU y Scotiabank.
La SPLF cerró el ejercicio con un resultado neto de $ 18,4 millones, lo que representó el 73% de sus ingresos. De esa cifra, el 50% se destinó a Capital Social y el restante 50% al Fondo de Reserva General de la SPLF.