Los principales compradores chinos volvieron a presionar el mercado lanero australiano, retirandose de la operativa también esta semana, mientras que los presentes en las salas de subastas se posicionaron muy selectivos y castigando aquellos vellones de baja calidad y con bajos resultados de resistencia a la tracción debido a los efectos de la sequía.

La industria textil ha tenido un menor ritmo de negocios al minorista y en lugar de continuar produciendo y stockear lana, ha decidió disminuir sus compras. Esta decisión también va de la mano de las crecientes exigencias en China por el tema efluentes, un gran desafío para las empresas textiles asiáticas tendiendo en cuenta el mayor proceso que requieren estas lanas de menor rendimiento y resistencia.

Por otro lado la reducida oferta hasta el receso del mercado, en el comienzo de la nueva zafra, también es un factor negativo, debido a que no se vuelve atractiva para los compradores.

En este contexto el Indicador de Mercados del Este (IME) cotizó a US$ 12,60 por kilogramo base limpia perdiendo 39 centavos frente al pasado jueves, mientras que en dólares australianos el indicador cotizó a A$ 18,23, perdiendo 41 centavos.

La oferta semanal se ubicó en los 28.140 fardos, de los cuales se comercializó el 78,7%.  

Las ventas continúan la próxima semana en el mercado lanero australiano, con una oferta que continúa siendo reducida. Se estima un total de 19.745 fardos que se distribuirán en los centros de Melbourne y Sidney, con Fremantle nuevamente sin operativas.