La Asociación Estadounidense de la Industria Ovina (ASI, por sus siglas en inglés) va a seguir pidiendo a la administración Trump y a los legisladores para que se incluya al cordero australiano y neozelandés en los planes arancelarios para la importación de alimentos.
Ben Lehfeldt, presidente de ASI, dijo que la solicitud es crucial para frenar el aumento en la importación de carne de cordero, incluyendo el producto en el plan arancelario agrícola y alimentario que se espera que se anuncie este 2 de abril. De esta forma se permitiría una mayor participación dentro del mercado del cordero estadounidense, favoreciendo a la sostenibilidad futura del rubro en el país.
Lehfeldt y el copresidente del Consejo de Acción Legislativa de ASI, Larry Hopkins, estuvieron en el Capitolio el mes pasado para dirigirse a los comités de agricultura del Senado y la Cámara de Representantes en representación de la industria ovina estadounidense. Presentaron la difícil situación de desventaja que enfrentan los productores de cordero estadounidenses debido a los costos de mano de obra e insumos frente a la rentabilidad del mercado. ASI busca que la carne de cordero se incluya en los planes de la administración para restringir las importaciones.
En 2024, las importaciones de cordero y mutton representaron el 73% del consumo total en Estados Unidos, con un 74% proveniente de Australia y un 25% de Nueva Zelanda. Las importaciones de cordero alcanzaron un récord de 140.296 t en 2024, según Eurocarne.