En la campaña 2023/24, la Unión Europea (UE) se enfrenta a una segunda reducida cosecha consecutiva de producción de aceite de oliva, de acuerdo con lo proyectado por la oficina del USDA en Madrid.
Los aumentos de los precios al consumidor resultantes de la limitada disponibilidad interna contribuirán a la reducción del consumo. La reducida cosecha también impedirá que las exportaciones se expandan por segundo año consecutivo, al tiempo que seguirá haciendo bajar las existencias.
Las estimaciones basadas en los niveles de precipitación hasta la fecha, las temperaturas durante la temporada de floración de los olivos y las posteriores olas de calor extremo del verano que provocaron la caída de frutos inmaduros, indican que la producción de aceite de oliva de la Unión Europea (UE) en la campaña 2023/24 podría ubicarse poco por encima de 1,4 millones de Toneladas Métricas (TM), similar a la baja producción de 2022/23 pero casi 400 mil toneladas menos de lo estimado anteriormente. En 2021/22, la UE produjo 2,27 millones de toneladas de aceite de oliva.
En España, que produce aproximadamente la mitad de la cosecha de aceitunas del mundo, las condiciones climáticas extremas provocaron una escasez de producción por segundo año consecutivo. Después de que una ola de calor primaveral afectara la floración, se pronosticaba que la cosecha en España sería sólo 15% mayor que la del año pasado, que fue el peor año de producción de aceite de oliva en casi una década.
Las exportaciones de aceite de oliva de la UE en 2023/24 se prevén en 525.000 toneladas, por debajo de las 600.000 toneladas exportadas en 2022/23 y las 820.000 toneladas en 2021/22.