Según el último Informe sobre oferta y demanda de cereales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción mundial de cereales secundarios y la producción general de cereales para el período 2023-24 están proyectadas para alcanzar niveles históricos.

La FAO, en su informe publicado el 2 de febrero, revisó al alza la producción mundial de cereales secundarios a 1.532 millones de toneladas, reflejando nuevos datos oficiales de Canadá, China, Turquía y Estados Unidos. Esta revisión, que representa un aumento de 12 millones de toneladas con respecto al mes anterior, se atribuye principalmente a mayores rendimientos y áreas cosechadas más grandes de lo anticipado, especialmente en maíz.

La producción total de cereales para 2023-24 se ha revisado al alza en 13,2 millones de toneladas, alcanzando un total de 2.836 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 1,2% con respecto al período anterior.

La FAO también elevó su estimación de producción de trigo para 2023-24 en 1,4 millones de toneladas, alcanzando un total de 788,5 millones. Sin embargo, esta cifra sigue siendo un 2,2% inferior al total de 2022-23.

La utilización mundial de cereales se pronostica en 2.822 millones de toneladas para 2023-24, superando las expectativas previas en 8,9 millones de toneladas. Este aumento del 1,2% se debe principalmente al mayor uso previsto de piensos, especialmente en la Unión Europea, Australia y los Estados Unidos. La relación entre existencias y uso mundiales de cereales se pronostica en un cómodo 31,1%, superando el 30,9% del período anterior.

El comercio mundial de cereales en 2023-24 se espera que alcance los 480 millones de toneladas, un 0,8% más que el año anterior. Este aumento se atribuye principalmente a mayores volúmenes comerciales previstos para cereales secundarios, mientras que se prevé una disminución en el comercio mundial de trigo y arroz, según la FAO.

 

Índice de precios cayó 2,2%

El índice de precios de los cereales de la FAO experimentó un descenso del 2,2% en enero respecto al mes anterior. Los precios mundiales de exportación del trigo disminuyeron debido a la competencia entre exportadores y la llegada de suministros recién cosechados en los países del hemisferio sur. Por otro lado, los precios del maíz cayeron bruscamente, reflejando mejores condiciones de cultivo en Argentina y mayores suministros en Estados Unidos. En contraste, los precios del arroz aumentaron un 1,2% en enero, impulsados por una fuerte demanda de exportación de arroz Indica de mayor calidad de Tailandia y Pakistán, junto con compras adicionales por parte de Indonesia.

En otro informe, el índice de precios de los alimentos de la FAO, que rastrea los cambios mensuales en los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comerciados a nivel mundial, promedió 118 puntos en enero, siendo un 1% menor que en diciembre y un 10,4% menos que su valor correspondiente hace un año.