Desde Texas, Estados Unidos
“Ser agricultor es difícil, pero es una buena forma de vivir”, afirmó Richard Bayer, productor tejano de la zona de Matagorda, próxima al golfo de México, quien recibió a la delegación que está formando parte del tour ganadero organizado por la Agropecuaria de Dolores.
Bayer arrienda algo más de 3.000 acres (1.200 hectáreas) donde hace agricultura (algodón, maíz y sorgo, en partes similares), además de unas 500 hectáreas donde hace cría. Este año, dados los bajos precios del maíz y la mejor situación de mercado para el algodón, decidió aumentar la proporción dedicada a este segundo cultivo en desmedro del primero. Dijo que el punto de equilibrio para el maíz este año es de unos 140 busheles por acre (unos 9.400 kilos por hectárea), cuando el rendimiento medio en la zona es de cerca de 8.000 kilos. De todas maneras, se muestra optimista con cómo comenzó la zafra de verano. El arranque “viene siendo bueno”, afirmó.
Bayer hace un cultivo por año, aunque dice que se podrían hacer dos. “El problema viene por el lado de los seguros, porque para que te agreguen el doble cultivo precisas un buen historial”, explicó.
En la ganadería de cría Bayer tiene un rodeo de vacas Brangus que entora con Charolais. Son unas 180-200 vacas en las que logra alrededor de 85% de destete. Los animales se destetan el día que se venden. Vende toda la producción (machos y hembras) y para los reemplazos compra vacas de 3 años.
Dijo que optó por la raza Brangus porque tiene buen comportamiento en esta región, que es muy húmeda y con elevadas temperaturas.
Para realizar los trabajos (juntan los animales dos veces por año) contrata una cuadrilla de vaqueros a los que les paga unos US$ 200 por día a cada uno. El hecho de que en esta región del mundo no haya mosca de la bichera es fundamental para que el movimiento de ganado sea mucho más espaciado en el tiempo. La dificultad para conseguir mano de obra también.