La confianza del consumidor en Brasil bajó 2,2 puntos en enero con respecto al mes anterior, situándose en 85,8 puntos, según un sondeo divulgado esta semana por el centro de estudios privado Fundación Getúlio Vargas.

El empeoramiento de la confianza del consumidor refleja el "pesimismo" de las familias en relación a la situación de la economía brasileña de cara a los próximos meses, según el estudio.

"Hay una desaceleración del mercado de trabajo, endeudamiento y una tasa de tipos de interés elevada, que continúan disminuyendo las intenciones de compra en los próximos meses", dijo la coordinadora del sondeo, Viviane Seda Bittencourt, en un comunicado.

Este sondeo sirve de referencia para prever el comportamiento del consumo interno, motor de la economía brasileña y responsable de cerca del 60 % del Producto Interior Bruto (PIB). El Banco Central prevé que la economía de Brasil se haya expandido un 2,9% en 2022 y se ralentizará este año, cerrando 2023 con un crecimiento del 1%.