La producción industrial y las ventas minoristas de China registraron en agosto su crecimiento más débil desde el año pasado, lo que mantiene la presión sobre Pekín para aplicar más medidas de estímulo que eviten una fuerte desaceleración en la segunda mayor economía del mundo, informó Reuters.
Los datos decepcionantes dividieron a los economistas sobre si las autoridades necesitarán más apoyo fiscal en el corto plazo para alcanzar la meta anual de crecimiento “en torno al 5%”. La incertidumbre en torno a un acuerdo comercial con EEUU y una demanda interna afectada por el débil mercado laboral y la crisis inmobiliaria siguen pesando sobre el escenario.
La producción industrial creció 5,2% interanual, según la Oficina Nacional de Estadísticas, la lectura más baja desde agosto de 2024 y por debajo del aumento de 5,7% en julio, así como de la previsión de 5,7% de una encuesta de Reuters.
Las ventas minoristas, indicador del consumo, aumentaron 3,4% en agosto, el ritmo más lento desde noviembre de 2024, por debajo del 3,7% de julio y del 3,9% esperado por el mercado.
“El buen comienzo del año todavía mantiene los objetivos de crecimiento dentro de lo alcanzable, pero, al igual que a esta altura en 2024, podría ser necesario más estímulo para asegurar un cierre firme del año”, señaló Lynn Song, economista jefe para Gran China en ING.