El relevamiento realizado por el Instituto Plan Agropecuario (IPA) permite establecer que, en el norte del país, las condicionantes climáticas están permitiendo que los ganados tengan “dos platos de comida” cuando hace un año atrás no alcanzaba a completar uno, lo que muestra la “gran variabilidad donde se tienen que mover los ganaderos”, dijo el Ing. Agr. Emilio Duarte, técnico de la institución.

Días atrás se realizó una jornada en el predio “Sao Manoel” en Colonia Itapebí, Salto, donde se intercambió opiniones entre los técnicos y productores que estuvieron presentes, sobre cómo aprovechar la realidad del forraje disponible este año a nivel del campo natural en la zona. Así como también prepararse para la llegada del invierno, y con una mirada a largo plazo hasta la próxima primavera y verano.

El ingeniero Duarte dijo que “si esta misma jornada la hubiéramos hecho el año pasado, la realidad era totalmente diferente, en donde cada animal tenía medio plato de comida cubierto”, por lo que las actividades que se realizaron en el otoño de 2023 eran para “tratar de perder menos con esas pocas lluvias que generaron poco pasto”.

En este sentido, la realidad de 2024 es totalmente contrastante, donde hay una “altísima disponibilidad de pasto debido a las altas tasas de crecimiento de la primavera y verano pasados”, lo cual permite que “en este otoño cada animal tiene dos platos de comida”, por lo que la jornada se ha enfocado a “aprovechar este momento y pasarlo primero a carne para después a los registros económicos” del predio.

Con la metáfora de los platos de comida, queda claro que la cantidad de forraje disponible en los campos permite la disponibilidad suficiente para la actual carga ganadera en los predios. Sin embargo, es un año para prestar atención principalmente a la calidad de ese forraje del campo natural, en un escenario de invierno tras las primeras heladas.

“Hemos escuchado varias veces a gente idónea en el tema nutricional, tanto Simeone, como el ingeniero Da Cunda acá en el norte, lo que siempre han dicho que las situaciones interesantes de la suplementación son cuando hay pasto, no cuando no lo hay”, dijo Duarte. En dicha jornada se tuvo la presencia del Dr. Ramiro Orihuela de Cooperativa Calsal, quien también brindó información de la suplementación del ganado en estas condiciones.

 

¿Hay que aumentar el stock?

La interrogante se plantea ante la necesidad de aliviar los campos el año pasado, lo que determinó bajar los stocks ganaderos, la alta disponibilidad de forraje este año y los valores de la reposición. Ante la misma, Duarte dijo “hay una frase que la hemos compartido todas las instituciones que se dedican a la ganadería: ‘la ganadería de Uruguay tendría que manejarse con un poco más de pasto’”.

En este sentido, dijo que “si la altura promedio, vamos a suponer es cuatro, nos vendría muy bien un seis o siete. Eso cambiaría radicalmente los resultados de las empresas ganaderas”. Duarte indicó que “es una muy buena oportunidad, con este exceso diagnosticado de pasto, de tratar de no llegar más a esas alturas muy inferiores donde los animales pasan mal y no pueden manifestar su potencial”.

El técnico explicó que la mayor disponibilidad de pasto, permite que los productores puedan “adoptar distintos métodos de pastoreo, distintas estrategias, o sea, la gestión del pasto se hace cuando está el pasto”. Duarte remarcó que “el invierno que tenemos por delante, ya está bastante asegurado”.

Si bien remarcó que “el invierno siempre es invierno, hace frío, puede llover, puede haber viento, puede haber temporales, seguramente haya heladas y baje la calidad del pasto, pero vamos a vivir un invierno con pasto”. Sin embargo, al tener una mirada a mediano o largo plazo y frente a “algunos pronósticos de año Niña, donde llovería menos”, el profesional indicó que se debe trabajar en “gestionar la alta disponibilidad de pasto de forma que pueda pasar, no solo el invierno, sino también una posible primavera-verano poco llovedor”.