En 2026, las importaciones de vacunos en pie por parte de Turquía se proyectan estables en 450.000 cabezas para compensar la pérdida de animales por los altos niveles de faena en 2024, según la oficina del USDA en Ankara. En línea con las tendencias históricas, la mayoría de estos animales serán terneros de engorde destinados a producción de carne.
No obstante, para amortiguar la contracción del rodeo, se espera que el gobierno siga autorizando importaciones de vientres para reproducción tanto para establecimientos privados como estatales.
Para 2025, se estiman importaciones totales de 460.000 cabezas, una baja de 10,6% respecto a 2024 debido a proyecciones de menor disponibilidad en los principales países proveedores y a la demanda global. La estimación para 2025 supone que la mayoría de las importaciones corresponderán a animales de engorde de Brasil y Uruguay.

Las importaciones están determinadas por el Ministerio de Agricultura y Silvicultura (MinAF) y por la Junta de Leche y Carne de Turquía (ESK), según las condiciones del mercado. Sin embargo, desde enero de 2024 el sector privado no tiene permitido importar ganado de engorde, ni siquiera para reproducción.
Para aumentar la población de hembras de engorde, el ministerio y la ESK comenzaron a importar vaquillonas Angus desde Brasil y Uruguay.
Las importaciones de hembras para reproducción aumentaron 38% en 2024, mayoritariamente desde la UE. En 2025, Turquía está importando hembras de engorde desde Uruguay, y el MinAF flexibilizó los requisitos documentales para su ingreso.
Se informa que el ministerio espera que este cambio ayude a cubrir la escasez de ganado de engorde en el corto plazo. Una vez importados, los animales permanecen en los establecimientos aproximadamente 6 meses antes de ser enviados a faena.
