Pasados unos 10 días de la devaluación de la moneda de China, no se han registrado señales de moderación de la demanda por carne de parte de los importadores. Sus necesidades siguen tan vigentes como antes, por lo que siguen comprando en condiciones similares a las que regían previo al recalentamiento de la guerra comercial con Estados Unidos.
Operadores del mercado consultados por la publicación especializada Faxcarne coincidieron en señalar que la demanda se mantiene en las mismas condiciones que un par de semanas atrás. Los chinos son muy susceptibles a variaciones del tipo de cambio, dado que no están acostumbrados a variaciones significativas. Por lo tanto, suele pasar que cuando se da un cambio brusco o psicológicamente significativo como fue que el dólar superara los 7 yuanes, los importadores se retraen o se esfuerzan en pasar la caída a sus precios de compra. No fue lo que pasó en esta oportunidad.
“Es tanta la necesidad y la falta de oferta que existe, que igual mantienen el interés”, dijo un trader regional a Faxcarne. La epidemia de fiebre porcina africana se hace sentir.
En las actuales semanas los importadores de China comienzan a realizar las compras adicionales para cubrir la demanda adicional del Año Nuevo chino. Este año en particular las necesidades son mucho mayores y eso es lo que más está pesando en el mercado.
China se transformó en el principal destino para los exportadores de toda la región con la excepción de Paraguay, que mantiene un estrecho relacionamiento con Taiwán desde la época del dictador Alfredo Stroessner. Por el momento, a pesar del impacto negativo de la guerra comercial con Estados Unidos sobre su economía, lo será siendo.