Los principales proveedores de carne vacuna fresca al mundo nunca habían exportado tanto volumen como lo hicieron en el primer semestre de este año, a pesar de lo que el valor medio de exportación tuvo una muy moderada baja anual y luce muy firme encarando la segunda mitad del año.
Los países que conforman el Mercosur, Australia y Estados Unidos exportaron 2,26 millones de toneladas peso embarque de carne vacuna fresca en el primer semestre, 225 mil tons más (+11,1%) que en el mismo período de 2018 y el mayor volumen en conjunto seguramente de la historia.
Quien más colaboró para este fuerte salto anual es el bloque sudamericano, con un aumento de 21% a 1,19 millones de toneladas. Quien tuvo el impulso más intenso fue Argentina con un aumento de 45% a 222 mil tons, 68 mil tons más que en 2018. Esto obedeció a una producción de carne que se ha mantenido en niveles relativamente elevados —aunque la faena cayó 2,4% anual— y a una demanda del mercado interno deprimida por las dificultades económicas que atraviesa el país. El grueso del aumento de la producción se dio en vacas que se destinan casi exclusivamente al mercado de China.
Las exportaciones de Brasil crecieron en 145 mil toneladas (27%) a 679 mil tons y las de Uruguay 8% a 175 mil tons. El único país del Mercosur que redujo su producción de carne vacuna y sus exportaciones fue Paraguay, con una contracción anual de 15% a 110 mil tons.
Al fuerte salto del bloque sudamericano se le agrega el impulso exportador de Australia. Contrariamente a lo que se esperaba, la sequía sigue obligando a los productores a desprenderse de animales, lo que eleva el saldo exportador. En el primer semestre exportó 584 mil toneladas peso embarque, un aumento anual de 6%.
A quien se le está complicando mantener el ritmo de expansión de su corriente exportadora es a Estados Unidos. Mantiene niveles elevados de ventas al mercado internacional, pero el volumen se contrajo 3% anual a 490 mil tons. La economía estadounidense mejoró la demanda.
El fuerte aumento del volumen no determinó una caída en consecuencia del valor medio de exportación. Promedió US$ 5.268 por tonelada peso embarque, una baja anual de 3,6%. Además, la tendencia en el correr del semestre ha sido de valorización. En enero promedió US$/t 5.161 y en junio US$/t 5.385, un aumento de 4,3%. El argumento para sostener el valor medio es casi exclusivamente China, quien domina ampliamente la demanda internacional.
La expectativa para el segundo semestre es que el volumen siga siendo elevado y que el valor medio mantenga la senda de valorización.