Cuando se trata de los mayores productores de trigo del mundo, Australia es probablemente el país más afectado por El Niño. No solo porque sus efectos habituales son negativos para el cultivo, sino también porque la correlación entre la intensidad de El Niño y las condiciones climáticas es mucho más fuerte que en otros importantes países productores de trigo.
Generalmente, Australia sufre una reducción de las precipitaciones, temperaturas más altas y períodos de sequía más largos durante los fenómenos de El Niño, lo que conduce a una menor productividad y calidad de la cosecha. Dada la alta probabilidad de que El Niño comience durante el desarrollo de la cosecha de Australia, el USDA ya estimó una cosecha 10M mt más baja en su primera previsión para la cosecha de este año.
Sin embargo, esta cifra ya es casi 3 millones de toneladas superior a las primeras estimaciones del Australian Bureau of Agricultural and Resource Economics and Sciences (ABARES) publicadas en junio, y el clima desde entonces no ha sido bueno.
Según los análisis de hEDGEpoint Global Markets, en New South Wales (NSW), responsable de alrededor del 30% de la producción de trigo de Australia, lleva algún tiempo afrontando sequías y altas temperaturas. Como consecuencia, la humedad del suelo en la región está por debajo del promedio de cinco años.
“Analizando las previsiones para los próximos tres meses —cuando tienen lugar las principales etapas de desarrollo de los cultivos— el escenario se presenta desafiante en términos de precipitaciones y temperaturas tanto para Australia Occidental como para NSW, las principales regiones productoras del país”, subraya Alef Dias, analista de Granos y Macroeconomía de hEDGEpoint Global Markets.
Según el analista, estas previsiones están en línea con el patrón de El Niño en la región, por lo que es poco probable que cambien durante la cosecha. Teniendo en cuenta todo esto, la estimación actual del USDA parece poco realista, por lo que al final de la cosecha podremos tener existencias mundiales aún más ajustadas de lo que prevé actualmente la agencia estadounidense. “Sin embargo, los australianos están terminando de sembrar trigo en agosto, por consiguiente, aún falta mucho para que podamos estar más seguros de las cifras”, afirma.
Analizando el promedio de los últimos 3 años, Australia se ha posicionado como el 3er exportador y el 6º mayor productor de trigo del mundo, lo que lo convierte en el player más relevante del hemisferio sur y un proveedor muy importante para los países asiáticos, especialmente China. El país viene de dos cosechas récord consecutivas (21/22 y 22/23), pero el clima no ha sido muy bueno este año y es probable que El Niño empeore la situación a medida que avancemos en la cosecha actual.