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Luego del año nuevo chino, el mercado en ese país volvió con mucha fluidez y avidez para cerrar negocios. A diferencia del año pasado, la industria asiática se tomó un receso con ocasión de la festividad del nuevo año y esto enfrió el mercado.
Durante 2021 las importaciones de rollizos de madera por parte China registraron un crecimiento anual de 38% en valor y 6% en volumen. En este año, de acuerdo a la información extraída de la Aduana del gigante asiático, se importaron 63,5 millones de metros cúbicos de rollizos por un valor de US$ 11.600 millones.
Durante los últimos meses de 2021 el precio doméstico de la madera estaba registrando un comportamiento errático en comparación con la madera en puerto, lo cual estaba perjudicando en cierta forma la comercialización de producto, ya que los stocks eran altos y no había mucha presión por parte de la industria.
Desde comienzos de 2022 el gobierno chino, en una búsqueda por evitar una crisis en el sector de la construcción, ha implementado algunas medidas que permitieron recuperar confianza y un aumento del precio de la madera en el mercado interno.
El bloqueo que comenzó como una respuesta por parte de China a declaraciones controversiales por parte del gobierno australiano, continúa en pie y sigue generando una herida grave en el mercado de la madera rolliza exportable. Los resultados han sido catastróficos y Australia lleva 16 meses consecutivos de baja en sus exportaciones.
De acuerdo a una encuesta realizada por el banco de inversiones JP Morgan, la mayoría de los productores de celulosa se mostró más optimista respecto a los inversores para el precio de la celulosa durante 2022 y 2023.
La mayor parte de los productores, casi la mitad, espera que el precio de la celulosa oscile entre US$/t 600 y 650 durante el corriente año, mientras que gran parte de los compradores tiene una mirada más bajista y sitúa la banda de precios entre US$/t 550 y 600.
Luego de una serie de años complicados para la economía mundial, el comercio y la industria, 2021 permitió una recuperación en mucho de los sectores productivos y de economías en su conjunto que permitió resultados positivos en muchas áreas.
El sector de producción de madera aserrada uruguayo no fue la excepción a esta recuperación y marcó resultados sumamente positivos, tanto en madera de pino como de eucaliptus, llegando a superar niveles prepandemia.
Durante 2021 las exportaciones de chips de madera cobraron un mayor dinamismo, de la mano de la mejora de la economía mundial, pero también gracias a que se volvió a exportar a jugadores importantes como China, un socio comercial importantísimo para Uruguay.
La pandemia sigue cobrando víctimas y esta vez le tocó a una de las principales industrias ubicadas en territorio uruguayo. El grupo UPM-Kymmene anunció la semana pasada el retraso en las obras de su segunda planta de celulosa en Uruguay.
El gigante UPM, de origen finlandés, tuvo un gran 2021 en términos financieros-económicos, impulsado por un mayor valor en el mercado internacional de sus productos, un aumento de las ventas y un mayor margen de ganancia. El beneficio neto en 2021 fue de € 1.307 millones.
Para este período analizado el beneficio neto (Ebtida) del grupo finlandés fue de € 1.821 millones, 26% de incrementó en comparación con 2020. La mayoría de las áreas productivas colaboraron en este incremento, excepto el papel de impresión.
Luego de un año con valores históricamente altosy con un final a la baja, la celulosa en los principales puertos chinos registró una racha alcista que hizo romper la barrera virtual de los US$/t 600 y 800 para el caso de la celulosa de fibra corta y de fibra larga, respectivamente.
La celulosa de fibra corta concluyó el año cotizando a US$/t 566, mientras que la de fibra larga se pagó a US$ 745, valores que estuvieron por encima del cierre en 2020 pero que se sitúan debajo de los máximos de 2021.