Tras varias semanas cerrado, el puerto de Tianjin en China volvió a estar operativo para la carne importada, por lo que comenzaron a ingresar todas las cargas que estaban sin poder ser desaduanizadas.
La noticia era largamente esperada por todo el complejo cárnico, tanto exportadores como importadores, ya que se estaba generando un cuello de botella muy importante nada menos que en la principal puerta de entrada de las carnes a China. Tianjin es el puerto en el área de influencia de Beijing, la capital de China, por donde se estima ingresa el 50% de la carne importada.
Alrededor de 10 mil contenedores refrigerados con carnes procedentes de distintas partes del mundo estaban atiborrando el puerto de Tianjin. La idea del gobierno chino era implementar un sistema que permitiera la desinfección de todas las cajas que ingresan al país, algo indudablemente desafiante pero que parece que, a partir de ayer, lo pudieron efectivizar.
De esta manera queda de lado el nerviosismo que se había generado en cuanto a que se cortara la cadena de pagos. Los importadores, al no poder retirar la mercadería, no la estaban pudiendo cobrar, lo que podía llevar a atrasos en los pagos.
La demanda china a esta altura del año siempre se modera, ya que lo que se negocia no llegará a tiempo para las festividades del Año Nuevo chino a principios de febrero. De todas maneras, están comprando y ahora, despejada la incertidumbre del bloqueo del puerto —más allá de que el ingreso de la mercadería será más lento por la desinfección— la operativa tenderá a irse normalizando.