graf

La ganadería de carne en Uruguay facturó una cantidad récord de dólares por concepto de ventas finales en el ejercicio 2018/19, lo cual fue determinado por el sostenimiento en la cantidad de animales faenados y el aumento en su valor medio, parcialmente contrarrestado por un descenso en la exportación de ganado en pie.

El sector productor facturó US$ 2.173 millones el ejercicio pasado, casi US$ 50 millones más que en el anterior y aumentando por tercer ejercicio consecutivo.

Por concepto de ventas a frigorífico los productores ganaderos percibieron US$ 1.990 millones, un crecimiento anual de 8,9%. La principal determinante de este aumento fue el valor medio de los animales que llegaron a planta. Promediaron US$ 847 por cabeza, una mejora de 7,8% respecto a 2017/18. No solo creció el precio por kilo carcasa, sino también el peso medio de las carcasas, el que se había visto afectado en el ejercicio anterior por la sequía de fines de verano y principios de otoño. Además, se vio complementado por un modesto aumento en la cantidad de animales faenados de 22 mil cabezas (+0,9%).

Lo contrario sucedió con la exportación de ganado en pie. Se produjo un descenso de 162 mil cabezas (-35,9%) desde el récord del ejercicio anterior. A su vez, el valor medio por cabeza exportada se contrajo 3,5% a US$ 633. Por lo tanto, la facturación por este concepto se hundió 38% a US$ 183 millones.

La recuperación de la cotización del dólar por encima de la inflación permitió que la mejora de la facturación expresada en pesos constantes sea mayor que la que se registró en la moneda estadounidense. En pesos se facturaron 71,7 miles de millones en 2018/19; en términos constantes implica un aumento de 7,6% respecto al ejercicio anterior. Para productores ganaderos medios o pequeños, en los que el costo de vida tiene un peso importante dentro del conjunto de gastos, esta combinación de una mejora de los ingresos en dólares complementada por una recuperación de la cotización de la divisa por encima de la inflación le mejoran los números.

Para el ejercicio 2019/20, que acaba de comenzar, parece difícil que se sostenga el aumento de la facturación bruta de la ganadería de carne. La oferta de animales para faena es reducida y eso seguramente impactará —de no mediar inclemencias climáticas que obliguen a una mayor extracción— en una reducción de la cantidad de animales enviados a planta. Tampoco se prevé un aumento de la exportación en pie. La menor extracción seguramente sea contrarrestada por una mejora en el valor medio de venta, pero difícilmente lo haga en proporciones mayores a la caída en la cantidad de animales vendidos.

cuadro