En un marco de cooperación bilateral, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y el Institut Pasteur de Montevideo (IPM) renovaron por dos años más el convenio de trabajo conjunto en la Unidad Mixta Pasteur-INIA (UMPI). Ambas entidades crearon en 2014 esta plataforma con el objetivo de ejecutar de manera colaborativa e interdisciplinaria proyectos de investigación, formar recursos humanos y desarrollar tecnologías que den solución a las necesidades del sector agropecuario uruguayo.

“Si bien existían colaboraciones entre INIA y el IPM, faltaba un espacio de encuentro y priorización conjunta que complementara las capacidades de ambas partes. Fue por eso que en 2014 superamos la falsa dicotomía de ciencia básica y ciencia aplicada, y creamos la Unidad Mixta, que apunta a la investigación de alta calidad al servicio de los desafíos del país”, recuerda el Ing. Agr. Miguel Sierra, gerente de Innovación y Comunicación de INIA.  

En pleno proceso de definición de nuevas prioridades, la actualización del convenio apunta a fortalecer la sinergia lograda. “El objetivo es continuar consolidando el camino, las estrategias y las líneas de trabajo conjuntas desarrolladas en la UMPI, que fueron muy enriquecedoras por la cantidad y calidad del conocimiento generado y los recursos humanos formados”, valora la Dra. Leticia Zarantonelli, responsable de la plataforma.

Centrados en el área de salud animal y de bioinsumos como ejes estratégicos fundamentales, en estos siete años los investigadores de la UMPI han liderado diferentes proyectos de manera interdisciplinaria junto con expertos de la División de Laboratorios Veterinarios del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), de la Universidad de la República y del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, así como con actores relevantes de la industria y del sector agroproductivo.

Entre los hitos alcanzados en salud animal, destaca el conocimiento generado en epidemiología, prevalencia y tecnologías y protocolos de diagnóstico de enfermedades infecciosas que afectan al ganado uruguayo, como leucosis bovina, leptospirosis, neosporosis y campylobacteriosis, entre otras,  así como el desarrollo y aplicación de nuevas herramientas biotecnológicas a incluir en un programa de control y potencial erradicación de la mosca de la “bichera” en Uruguay.

En este marco se han formado profesionales altamente capacitados en la materia y se creó un banco de diferentes microorganismos autóctonos, insumo esencial para mejorar los métodos de detección y control de estas problemáticas sanitarias. 

“Algunas de las enfermedades que se estudian en la UMPI son zoonóticas, es decir que además de afectar la salud de los animales tienen impacto en la salud humana, y más precisamente en la de las personas que están en contacto con animales de producción”, recalca Zarantonelli, para dimensionar el alcance integral de las investigaciones de la unidad.

“El concepto de ‘Una sola salud’ está presente en los diferentes proyectos de investigación que lidera el núcleo crítico de científicos de la UMPI y es una de las prioridades del nuevo plan estratégico de INIA, porque creemos que es fundamental trabajar desde la ciencia sabiendo que la salud de las personas, animales, plantas y del medioambiente están interconectadas y se afectan mutuamente”, agrega Sierra. 

En el área de bioinsumos, en tanto, uno de los logros claves fue la formulación de un prototipo de biofertilizante en base a una bacteria que permite la disponibilidad de fósforo en el suelo, beneficiando el rendimiento de los cultivos. El producto ya fue presentado para su registro en el MGAP y el organismo de fiscalización competente está realizando los ensayos de eficacia agronómica y toxicidad.

Asimismo, más recientemente y por la disponibilidad de equipos, infraestructura y personal capacitado en el laboratorio de biología molecular, la UMPI colaboró en los estudios de diagnóstico del COVID-19 que se realizaron en los primeros meses de la pandemia. “Este es otro logro que cabe destacar en la historia de la unidad, porque significa que contamos con un laboratorio que puede estar al servicio de una necesidad puntual del país con recursos humanos formados y equipamiento de primer nivel”, recalca Zarantonelli.

Finalmente, pensando en el futuro de la UMPI, ambos referentes subrayaron como retos clave la vinculación con el sector y la transferencia de conocimientos generados. “Entre los desafíos que tiene la Unidad Mixta Pasteur-INIA está seguir siendo un espacio de investigación de alta calidad, pero también el transformarse en un catalizador de innovaciones en vínculo con el sector privado y las instituciones públicas”, concluye Sierra.