Los accionistas controladores de la multinacional Minerva han discutido la posibilidad de cerrar el acceso al capital de la compañía, asegura el medio Valor Económico. A su vez, la empresa debió aclarar a la Bolsa de Sao Paulo (B3) por movimientos “inusuales” en la operativa con las acciones de la compañía.
Valor Económico explica que la eventual compra de las acciones públicas de la compañía aprovecharía el “descuento implícito” que los accionistas observan en la empresa, a pesar de que ha tenido números muy positivos en los últimos trimestres. El precio de las acciones de Minerva cayó alrededor de 15% en lo que va del año, a contracorriente de lo que sucedió con JBS y Marfrig que, con un fuerte peso de su actividad en EEUU —donde el negocio frigorífico ha sido muy positivo este año— han evolucionado con ganancias de 35-40%. Minerva aduce que el mercado sobrevalora las dificultades del negocio en estos tiempos en Brasil y no tiene en cuenta que la actividad de la empresa en los demás países de América del Sur —donde el negocio es lucrativo— tiene un peso relativo mayor que su pata brasileña.
La familia Vilela de Queiroz (VCQ) y la saudí Salic ostentan el 51% del capital accionario de Minerva. Ambas, según informa el medio de prensa, “han comenzado a hacer cálculos” sobre una eventual compra. El precio que se maneja es de R$ 12 por acción, 40% por encima del precio actual en el mercado. En 2019 el precio de una acción de Minerva era de R$ 14. A su vez, antes de adquirir una porción de BRF, Marfrig le había hecho llegar a VDQ una oferta de compra a R$ 11 por acción, dice el medio de prensa brasileño.
La lectura es que, teniendo en cuenta la consistente generación de cash por parte de la empresa en los últimos trimestres —y la expectativa de que los números sigan siendo positivos en los próximos— Minerva podría tomar un paso en este sentido sin llevar su endeudamiento a niveles inmanejables. Según los cálculos, la operación costaría unos R$ 3.000 millones, unos US$ 580 millones al tipo de cambio actual.
Valor dice que la operación podría ser positiva para Salic, dado que el reino de Arabia Saudita “prefiere que sus inversiones permanezcan en compañías privadas, sin la necesidad de dar a conocer sus números al mercado cada trimestre”.
Respecto al pedido de aclaración de la B3 por “movimientos inusuales”, Minerva dijo que “no ha habido ningún hecho relevante pasible de divulgación que pudiera justificar las oscilaciones en la cotización y en el volumen de acciones negociadas”, pero agrega que “ha tomado conocimiento de la noticia difundida en los medios sobre supuestas discusiones relacionadas con un eventual cierre del capital, pudiendo esos rumores haber contribuido a las oscilaciones verificadas”.