Cuotas-europeas

La realidad del mercado internacional de la carne vacuna no tiene nada que ver con la que era muy pocos años atrás y está todo dado para que los cambios, cada vez más acelerados, se sigan produciendo. El sector ganadero deberá tener la cintura y la agilidad imprescindible para adaptarse a estas variantes.

China cambió todo y la epidemia de fiebre porcina africana vuelve imprevisible lo que puede llegar a pasar no ya en los próximos años, sino en meses. A esto se suma ahora la excelente noticia del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Llevará un par de años, pero los países sudamericanos tendrán una cuota adicional de 76 mil toneladas peso embarque a ser repartidas entre los cuatro exportadores con un arancel de 7,5% que, para el elevado sesgo proteccionista europeo de su sector primario, es muy bajo. Además, la tasa de la cuota Hilton pasa de 20% a 0% una vez implementado el acuerdo.

De esta manera Europa intenta ser competitiva en su demanda frente a la aspiradora china. Se le estaba haciendo cuesta arriba a los consumidores europeos seguir comprando carne, dado que con las altas barreras proteccionistas se le hacía muy difícil competir con los consumidores chinos. La cuota Hilton, en las últimas décadas el mejor negocio de los exportadores argentinos y uruguayos está empezando a ser un dolor de cabeza debido a que los cortes finos encuentran mejores posibilidades de colocación a precios competitivos y con menos exigencias en China.

Otro cambio significativo mirando el mediano plazo será la reducción de la cuota 481 luego del acuerdo al que llegaron Bruselas y Washington para que, en un plazo de siete años, el país norteamericano sea el proveedor exclusivo de 35 mil toneladas, dejando solo 10 mil para los demás participantes de este contingente, Uruguay, Australia y Argentina los principales.

Uruguay, que llegó a embarcar 16 mil toneladas dentro de esta cuota, bajó a 13 mil en el recién terminado ejercicio 2018/19 y su participación se seguirá contrayendo año a año hasta posiblemente embarcar unas 3-4 mil toneladas anuales, 18-20% de los máximos de participación alcanzados. Esto será compensado por la mencionada cuota derivada del acuerdo Mercosur-UE.

Uruguay está exportando unas 40 mil toneladas anuales de carne vacuna fresca a la UE, de las que 26 mil son enfriadas. De estas, unas 19.400 toneladas se negocian dentro de las cuotas Hilton y 481.

Cuando se terminen de procesar los cambios ahora previstos, Uruguay seguiría manteniendo el tonelaje Hilton (6.370 tons), participaría con unas 3.500 toneladas dentro de la cuota 481 y gozaría de un volumen de unas 10.450 toneladas de cuota para el producto enfriado dentro del acuerdo Mercosur-UE (tanto de animales terminados a pasto como a grano), siempre y cuando quede con una participación del orden de 25% del total. A eso se agregarían unas 8.550 toneladas congeladas también dentro de este último cupo.

El volumen de enfriado dentro de las cuotas, teniendo en cuenta esos supuestos, aumentaría levemente a algo más de 20 mil toneladas. Nada descomunal, pero se estará compensando la pérdida de participación dentro de la cuota 481 y con una metodología de trabajo bien distinta, ya que no habrá que producir a toda máquina en unas pocas semanas para ingresar a Europa en los primeros días de cada trimestre. A su vez, con los precios actuales, el pago de aranceles pasaría de los US$ 13,5 millones que se pagó en el ejercicio 2018/19 por el arancel de 20% de la Hilton a unos US$ 8 millones por el 7,5% de la cuota Mercosur-UE, dado que la Hilton y la 481 tendrán una tasa de 0%.

Dada la creciente velocidad de los cambios, es más que probable que cuando se llegue a los volúmenes hoy previstos de cada cuota, la situación del mercado sea bien distinta. Pero esto es lo que se puede prever con las cartas que actualmente están en juego.