Agricultura
La disponibilidad interna de Argentina de maíz comercial del ciclo 2022/23 sería de 9,2 millones de toneladas y representa en lo inmediato una de las principales “reservas” de divisas para poder enfrentar la crisis cambiaria que viene en camino.
Considerando un stock inicial estimado en 6,3 millones de tonelada y una cosecha de 36 millones, la oferta total del cereal en la presente campaña alcanza apenas 42,3 millones de toneladas, el volumen más bajo desde 2017/18.
Desde el próximo 1º de diciembre China pondrá en vigencia una nueva norma técnica de calidad para la importación de soja. La norma actual estaba vigente desde 2009. Sin embargo, en 2021, la potencia asiática presentó un borrador ante la OMC para ajustarla y para que los distintos países involucrados pudieran realizar sus comentarios respectivos.
Uruguay tiene vigente un protocolo para la exportación de soja con China, su principal mercado, desde hace varios atrás. No obstante, el mismo abarca temas como sanidad, hongos, malezas, insectos, pero no hace referencia a la calidad.
La soja terminó la semana con saldo a favor en Chicago por el atraso en la siembra brasileña como consecuencia de las adversas condiciones ambientales, con excesos de lluvias en el sur y con la sequía en el centro-norte. Para el maíz el balance fue levemente bajista y la razón estuvo en la Argentina, tras las precipitaciones que mejoraron las perspectivas para el cultivo. Por último, el trigo reflejó mayoría de bajas, pero muy leves, por magras exportaciones semanales estadounidenses, entre otras razones.
Las exportaciones del complejo cerealero oleaginoso argentino se redujeron en un 50% comparando los primeros diez meses del año 2022 el mismo período de 2023. En concreto, la caída de las ventas al exterior dejó US$ 17.539 millones menos en el país.
En el mes de octubre, las empresas del sector liquidaron US$ 743 millones, lo que representa una retracción del 25% en relación a igual mes del año previo, según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas.
Las exportaciones de arroceras de Uruguay alcanzaron los US$ 69 millones durante el pasado mes de octubre, de acuerdo a los datos del Instituto Uruguay XXI. Este ingreso de divisas al país, por las ventas del cereal al exterior representa un aumento del 86% respecto a igual mes del año pasado.
Los precios de la soja cerraron en alza por tercera rueda consecutiva en Chicago este jueves y el principal factor de tensión continúa siendo la incertidumbre que genera el clima en Brasil, donde los excesos de lluvias ponen en riesgo planes de siembra y cultivos en zonas del sur y del sudeste del país –se registran anegamientos y desplazamiento de tierras que afectan rutas y caminos en Paraná–, mientras que el déficit de humedad y las altas temperaturas limitan el progreso de las labores en el centro-norte y en el centro-oeste, afectando en modo particular a Mato Grosso, el principal Estado productor de soja.
Mientras la cosecha estadounidense ingresa en su última etapa, con un progreso previsto por los operadores sobre el 85% del área, los precios de la soja cerraron en baja la rueda de Chicago por la continuidad del tiempo húmedo sobre buena parte de las regiones productoras de la Argentina, que mejoran el panorama para el inicio de la siembra 2023/2024 y que apuntalan la expectativa de una recuperación de la producción tras el quebranto dejado por la sequía en el ciclo 2022/2023. La posición julio 2024 de la soja bajó casi US$ 4 a US$/ton 494 en Chicago.
Las lluvias de la semana pasada llegaron en un momento justo para muchas chacaras del litoral sur y centro del país, que estaba necesitando agua para los cultivos de invierno y también humedad para comenzar con la zafra siembra de soja y para los maíces de primera que se implantaron.
Tarde pero seguro, la acción del evento climático conocido como El Niño llegó a la franja central de Argentina para dar un respiro tras varios años de sequía. Entre el 20 y el 24 de octubre las lluvias llegaron al 90% de la zona agrícola núcleo, la de mayor productividad del país que abarca el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba, dejando acumulados de más de 30 milímetros que permitieron detener la caída de los rendimientos en los deteriorados cultivos de trigo y abrir las posibilidades ciertas de siembra de soja. En este nuevo escenario, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ahora estima que en la región se destinará un 11% más de superficie a la oleaginosa, unos 5,1 millones de hectáreas por arriba de la campaña anterior.
La intención de siembra de papa para la zafra de primavera-verano 2023/24 es de 975 hectáreas, un 12% superior a la del año anterior, restando sembrar - al momento de realizarse la encuesta – 98 hectáreas, un 10% del área prevista del cultivo, según la DIEA.