Agricultura
Dos meses atrás, se proyectaba una “Niña” muy fuerte y un nivel de enfriamiento pocas veces visto en los últimos 25 años. Pero ahora, se confirma una muy buena noticia: “hay una tendencia clara a la disminución del enfriamiento”, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Se pasó de prever un escenario muy complejo a uno dónde las lluvias y la humedad no estarán tan lejos de las medias estadísticas.
En una semana que fue positiva para el valor de los granos en Chicago, el trigo volvió a destacarse, con alzas que superaron el 7% y que arañaron el 9% en Kansas. La persistente caída en las estimaciones privadas sobre la nueva cosecha en Rusia fue el principal combustible alcista para el grano fino, que también contagió parte de su firmeza al maíz y a la soja, en este caso, a través de los precios de la harina. Las demoras en las tareas de siembra de granos gruesos estadounidenses aportaron al aumento de las cotizaciones.
Luego de tres jornadas alcistas seguidas, la soja cerró en baja este martes en Chicago por un avance de la siembra más acelerado que el previsto por los operadores en EEUU y por nuevas lluvias sobre el centro de las Grandes Planicies y sobre zonas del oeste y del norte del Medio Oeste. Estos nuevos aportes de humedad siguen aliviando el déficit que esas zonas traían y que en las últimas semanas fue menguando. Entonces, en la medida que la siembra progrese sin contratiempos en las próximas semanas, los cultivos tendrán asegurada una buena provisión de humedad para iniciar su desarrollo. La posición julio cayó US$ 4,3 a US$/t 454 en Chicago.
La soja cerró en alza por tercera rueda consecutiva en Chicago impulsada por el repunte que viene evidenciando el aceite en las últimas ruedas. Este lunes el contrato julio del subproducto sumó US$ 23,15 y quedó con un ajuste de US$ 1.021 por tonelada. El contrato de julio de la soja ganó US$ 7,35 en Chicago y quedó a US$/ton 459.
De igual modo, apuntalaron los precios la ralentización de la siembra en el Medio Oeste, donde este lunes se registran lluvias en zonas del oeste y del norte de esa región núcleo para los granos gruesos de Estados Unidos.
Pese a las serias complicaciones que generó el exceso de agua en el arranque de la cosecha de soja, durante la última semana el clima dio una tregua y permitió un avance significativo en la recolección de la oleaginosa en distintas chacras del país.
Con un arranque de la zafra sojera complicado por el exceso de lluvias, los porcentajes de humedad en más de un tercio de la cosecha promediaron alrededor de un 17%. Hasta principios de la semana pasada, era común ver camiones con 24%, 22% o 20% de humedad. Sin embargo, las primeras heladas, la baja temperatura ambiental y la ausencia de precipitaciones llevaron a que desde el miércoles los porcentajes de humedad en la cosecha se ubicaran en niveles de seco (13,5%-14%). Esto es una muy buena noticia para los agricultores que ahora no deberán sumar un costo extra de US$/ton 20-30 para el secado del grano.
Solo la soja logró mantener el envión alcista durante la semana en Chicago, por el atraso en la siembra estadounidenses y las trágicas inundaciones en el sur de Brasil. La oleaginosa completó la cuarta semana positiva consecutiva en Chicago, donde los ajustes de los contratos julio y agosto sumaron 0,74% y 0,39%, tras variar de 447,91 a 451,21 y de 448,46 a 450,20 dólares por tonelada.
La soja cerró con bajas la rueda de Chicago arrastrada desde el segmento nocturno por el aceite (la posición julio perdió US$ 38,58 y terminó la jornada con un ajuste de US$ 956,79 por tonelada), luego de que la Casa Blanca no incluyera ayer entre la serie de productos chinos a los que subirá aranceles al aceite usado que ingresa para la elaboración de biodiésel, algo con lo que los operadores especularon (esa fue la razón de las subas del lunes). Ese producto continuará compitiendo con el aceite de soja. Y en la lógica de los especuladores, esa competencia podría derivar en una caída de la molienda y con ella, de los remanentes de harina que el proceso deja el proceso (la posición julio de la harina subió hoy US$ 7,50 y quedó con un ajuste de US$ 411,49 por tonelada).
La situación del estado de Río Grande del Sur genera preocupación en el vecino país, más allá de la problemática social, también desde el punto de vista productivo, donde quedaba más del 20% del área sembrada para cosechar cuando comenzaron las precipitaciones.
Las lluvias siguen complicando la recolección de soja de la campaña 2023/24. Durante la última semana, distintos agricultores aprovecharon cierta ventana de mejora que dio el clima para meter nuevamente las cosechadoras en las chacaras. Los pronósticos de lluvias previstos para ayer domingo hicieron que se trabajara hasta altas horas durante el sábado buscando levantar toda la oleaginosa posible con varias postales de máquinas cosechadoras empantanadas y caminos muy cascoteados.