Ovinos
Mire que estamos en pandemia y no se puede compartir el mate, porque de lo contrario la rueda era grande y conversada en los escritorios de los distintos operadores del mercado lanero interno.
Los productores miran el repunte en Australia y se acercan, consultan, preguntan y llaman más tarde para saber si hay noticias.
El Comité Australiano de Previsión de la Producción de Lana (AWPFC) presentó al cierre del mes de diciembre de 2020 el tercer pronóstico de producción de lana para la zafra 2020/21, ubicándola en 287 millones de kilogramos. Esta cifra marca un aumento del 1,1% respecto a la zafra pasada.
De acuerdo al informe, el número de ovinos esquilados se redujo un 5,5% a 64,8 millones de cabezas. La caída es respuesta al largo período de sequía que atravesó Australia y al mismo tiempo la principal limitante en la recuperación de la producción de lana, más allá que la esquila entre julio y setiembre fuera un 15% mayor en volumen que el mismo período de 2019.
El mercado interno estaba expectante a lo que pudiera ocurrir en esta semana, con el retorno de las ventas en Australia. La suba de las dos primeras jornadas generó optimismo en los productores y dejó consultas en los diferentes operadores que están activos sobre posibilidades de negocios.
El Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) prevé implementar este año una aplicación electrónica, a través de internet, que posibilitará a los productores el ingreso del geo-referenciado de sus datos de esquila, lo que desde el organismo se propone como un primer paso hacia la trazabilidad de la lana.
El software, que se utilizará a modo de “testeo” en el primer trimestre, se proyecta que ya esté operativo para todos los productores que lo deseen en la segunda mitad de 2021. El mismo permitirá también el ingreso geo-referenciado de denuncias de abigeato o ataques, por parte de predadores o jaurías, a sus majadas, lo que se estima será de gran utilidad para generar sistemas de alertas entre productores y confeccionar “mapas de calor” de utilidad para los organismos públicos.
La semana 29 de la zafra 2020/2021, la primera luego del receso de las tradicionales fiestas, llego a su fin c on un aumento de 33 centavos en el Indicador de Mercados del Este (IME) ante el cierre del pasado 16 de diciembre y posicionándolo por encima de los US$ 9,00, situación que no se registraba desde el pasado 14 de marzo del año pasado.
El ajuste del tipo de cambio, luego de un párate de tres semanas, generó aumentos importes en el indicador durante la primer jornada y luego trato de encontrar un nuevo punto de equilibrio, donde subió el miércoles y cayó ayer jueves.
Los datos de mayor impacto sobre los precios se concentraron en el informe mensual de estimaciones agrícolas, donde el USDA redujo más de lo previsto por los operadores los volúmenes de las cosechas de maíz y de soja 2020/2021 en los Estados Unidos, tras ajustar los niveles de rindes promedio.
En el caso particular del maíz, además de achicar la cosecha de 368,49 a 360,25 millones de toneladas, el organismo redujo las existencias iniciales, de 50,68 a 48,76 millones. Para que semejante pérdida de volumen no comprometiera el abasto doméstico de maíz, el USDA debió racionar el uso forrajero, el uso para etanol y reducir su previsión de exportaciones. Pero pese a todos los retoques hechos, el stock final 2020/2021 cae de 43,23 a 39,42 millones de toneladas, el nivel más bajo desde el ciclo 2013/2014. La merma en las reservas de maíz estadounidense también quedó expuesta en el reporte trimestral publicado hoy por el organismo.
A fines de 2020, el Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (CRILU), ofreció a licitación el lote de lana perteneciente al Núcleo Genético Ultrafino de la Unidad Experimental “Glencoe” – INIA Tacuarembó.
Se trata de un lote de 9977 kg, con un promedio de 15,7 micras y rendimiento al lavado de 76,5 %, correspondiente a las zafras de 2018-2019-2020. La licitación fue realizada a nivel nacional con operadores laneros, que fijo un precio base, en el sistema de venta 90:10. Producto de este proceso, la lana del CRILU fue adquirida por la empresa Estancias Puppo S.A, la cual ofreció un valor de USD 10,10 para el 90% del lote y USD 1 para el 10% del lote.
Durante los 10 años de existencia del CRILU, la comercialización de las lanas ha logrado récords de precios, pero esta no es una zafra más. En primer término, se destaca que el mercado internacional de lanas se encuentra muy afectado por los efectos de la pandemia, sin embargo, en un mercado altamente selectivo y restrictivo es posible -con estas lanas- vender el producto y además obtener muy buenos precios.
La industria frigorífica procesó 41.911 vacunos en la primera semana del año, por encima de las dos anteriores —afectadas por los feriados del 25 de diciembre y del 1 de enero—, pero por debajo de las cerca de 50 mil reses semanales de semanas anteriores.
Los novillos fueron los que predominaron con 19.394 animales, en tanto que las vacas fueron 15.484 y las vaquillonas 6.311.
La zafra 2020/2021 ha registrado dos etapas muy dispares y que tienen el mes de setiembre como eje principal. Desde julio a la segunda semana del noveno mes del año, las bajas consecutivas llevo al Indicador de Mercados del Este (IME) a su piso de la presente zafra hasta el momento. Esta caída impulsada por la pandemia del Covid-19 y su impacto sobre el mundo de la moda y las ventas minoristas.
Luego de haber llegado al piso de US$ 6,31 en setiembre, la situación cambio y hoy se observa un mercado en recuperación, más allá de las subas y bajas.
A pesar que los productores continúan buscando negociar sus lanas, la demanda no es la misma de las semanas anteriores y eso ha llevado a que si bien se conocen negocios los mismos sean puntuales y principalmente enfocados en lanas finas, acondicionadas, con los datos objetivos prontos y con certificación adicional.