Ovinos
La suba a nivel del mercado lanero australiano, sumando más de cuatro semanas con esta tendencia positiva, ha generado una mayor ansiedad en el sector productivo que a nivel de la demanda.
La situación general de la pandemia ha generado que los negocios desde el exterior sean en cuentagotas y en la mayoría de los casos con referencias por debajo de las expectativas que tiene toda la cadena.
Las relaciones entre Australia y China, por el cese de las compras de carbón desde el gigante asiático, están deterioradas en las últimas semanas, sin embargo esto no impidió que la demanda por lanas continuará firme y el mercado volviera esta semana a impulsar su tendencia alcista, pero sobre todo con altos niveles de colocación para lo que venía ocurriendo hace un mes atrás.
El Indicador de Mercados del Este (IME) cerró en US$ 8,01 por kilogramo base limpia, subiendo 74 centavos en la semana. Además de ser la suba semanal más importante de la presente zafra, el indicador retorno a posicionarse en referencias de valores del cierre de la zafra pasada.
En la moneda australiana el indicador cotizó a US$ 11,17, subiendo 95 centavos, por lo que el tipo de cambio no permitió que la suba se trasladará en el 100% a la divisa estadounidense.
El mercado lanero australiano volvió a mostrarse firme en sus valores esta semana, más allá de leves vaivenes en la moneda local en algunos micronajes al cierre de la semana, principalmente por la calidad de la lana ofertada, el feriado en China y el aumento de la oferta. Al trasladarse el resultado final de la operativa a la moneda estadounidense, el mercado no logró concretar toda la suba concretada en dólares australianos.
El pasado fin de semana con la realización del concurso de vellones merino en el marco de la Expo Salto, se congregaron allí varios operadores de la cadena lanera, tanto industriales como la exportación en sucio. Lo que generó varias reuniones entre productores, consignatarios y los integrantes de la demanda. Lo que quedó claro es la necesidad de tener “paciencia” y esperar a que el sector se reactive con negocios desde el exterior que actualmente está sin operativa.
Esta semana se concretó la conferencia Wool Connect de Schneider Group, que fue auspiciada por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), en la misma se dejó un mensaje positivo respecto a la utilización de las lanas en la producción de prendas a futuro por parte de las principales firmas minoristas en Europa.
Si bien todas firmas plantearon su compromiso de incrementar la utilización de la fibra, también plantearon la necesidad de certificar los procesos producticos, trazar el camino de la lana hasta el consumidor final.
En la segunda jornada de Wool Connect, se volvió a insistir en la necesidad de certificar los procesos de la producción de fibra y la utilización únicamente de lanas sin mulesing. Morten Dilling, de Dinamarca, dijo que han trasladado sus compras a la Patagonia argentina debido a que aquí no se realiza esta técnica, pero además se tiene la certificación GOTS para garantizar el proceso de producción para un nicho de mercado muy demandante de productos cada vez más sustentables y responsables con el medioambiente y el bienestar animal.
La décimo cuarta semana de la zafra 2020/21 fue el punto de inflexión de un mercado que acumuló tres semanas consecutivas de incrementos en el Indicador de Mercados del Este (IME). Si uno observa el comportamiento del mercado la zafra pasada en esta época, no debería de existir sobresaltos, ya que más allá de la baja en las referencias de precios en la última semana del mes, en ambos períodos, setiembre finalizó siendo positivo respecto al mes anterior.
La suba registrada en las últimas tres semanas incrementaron las consultas a nivel de los escritorios en la búsqueda de referencias de precios que permitieran comenzar a cerrar negocios o a generar adelantos, con la entrega de la lana a fijar precio, que permitiera en algunos casos cubrir la necesidad de hacer caja.
En la recorrida habitual se continúa sin registrarse negocios en los últimos días.
Las medidas de control al Covid-19 redujeron la demanda por vestimenta e impactaron en toda la cadena de suministro, elevando los stocks de textiles y fibras sin procesar. Como resultado, los precios de la lana se proyectan en el nivel más bajo en 12 años (en términos reales) y los del algodón estarían cayendo, también en términos reales, a niveles no observados desde la temporada 2001/02, informó la Abares.
La producción australiana de lana se pronostica con escasos cambios en 2020/21, con un volumen esquilado de 280 mil toneladas, luego de caer 5,5% en 2019/20. La cantidad de ovinos a ser esquilados en esta temporada volverá a caer a unos 65 millones, pero eso será compensado por un aumento de 2,9% en el peso de vellón debido a las mejores condiciones estacionales.