Agricultura
En el espacio del maíz, uno de los más esperados por el mercado dentro del nuevo informe, el USDA sólo mantuvo sin cambios el uso forrajero, en 144,79 millones de toneladas.
El informe para la soja, debido a una menor molienda, que cae de 59,60 a 59,19 millones de toneladas, el USDA elevó de 3,25 a 3,66 millones de toneladas su previsión sobre el stock final estadounidense que, así, quedó arriba de los 3,32 millones previstos por los privados.
Para Brasil el USDA elevó su estimación de cosecha de 136 a 137 millones de toneladas, pero mantuvo en 86 millones el saldo exportable.
Sin cambios para la Argentina, la cosecha fue estimada en 47 millones de toneladas y las exportaciones de poroto en 6,35 millones. Tampoco hubo cambios en la previsión de las exportaciones de harina y de aceite, que quedaron en 28,25 y en 6,25 millones de toneladas.
En base a Granar
El informe del USDA presentado días atrás, dijo que por un aumento en las exportaciones, de 26,26 a 26,81 millones de toneladas, ajustó su estimación sobre el stock final de trigo estadounidense, de 23,72 a 23,18 millones de toneladas y lo dejó debajo de los 23,70 millones previstos por los privados.
El stock final fue estimado en 293,48 millones de toneladas, frente a los 294,67 millones del mes pasado y a los 294,40 millones previstos por los privados.
En las góndolas uruguayas la oferta de arroz es cada vez más diversa. Además de la variedad tradicional, hoy los consumidores encuentran nuevas opciones de primera calidad y sello local para sus preparaciones. Eso se debe a la sinergia entre productores, molinos y entidades científicas como el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), que trabajan de manera conjunta hace más de 50 años para el desarrollo de un sector que en pandemia marcó la diferencia y se consagró con un récord histórico de productividad.
Con una importante producción local, que abastece casi la totalidad del mercado interno y exporta el 95% a más de 50 destinos, Uruguay se ha posicionado en el mundo gracias a su arroz tradicional (largo-fino) de alta calidad, si bien en el último tiempo ha ampliado su oferta con nuevas variedades que atienden los intereses de consumidores más gourmet.
Los precios de los granos en el mercado internacional han validado aumentos paulatinos en la canasta de insumos destinados a su producción. Además, las complicaciones productivas y logísticas en el nivel global han apalancado estos movimientos.
Los primeros ítems en acompañar la suba de precios de los granos fueron los fertilizantes. En agosto de 2020 se inició el recorrido alcista de los granos en Chicago, un comportamiento que inicialmente fue acompañado por los precios locales.
La semana termina con un buen volumen de soja comercializada por Brasil. Según Brandalizze Consulting, había alrededor de 1,2 millones de toneladas, entre la vieja y la nueva cosecha, lo que es "un buen número para el período del año", según explica la consultora de mercado Vlamir Brandalizze. A pesar de la intensa volatilidad registrada en la Bolsa de Valores de Chicago y el dólar más bajo que hace unas semanas, los productores de soja aprovecharon los buenos tiempos y los buenos precios ofrecidos esta semana.
“La semana fue buena. Y el productor, que estaba asustado por los mínimos de la semana pasada, decidió participar un poco más en el mercado e hizo buenos negocios”, explica la consultora. “Y son muchos los que tienen compromisos económicos ahora para junio, julio, que también aprovecharon el momento”, agrega, agregando que la mayor parte de las oleaginosas comercializadas en los últimos días deberían enviarse entre julio y septiembre.
El mercado de Chicago finalizó la rueda de jueves con saldo dispar entre los principales cultivos, luego de la publicación del informe mensual del USDA. El trigo, operó sin tendencia definida, aunque se observó cierta presión bajista producto de la mejora climática en la región norte de las Planicies estadounidenses. Respecto al maíz, se obtuvieron alzas en los contratos negociados ante el incrementó en las proyecciones de la demanda del cereal estadounidense, producto de mayores exportaciones estimadas y un aumento en el uso del cereal para la producción de etanol, lo cual habría apuntalado los precios. Por último, la soja culminó con saldo dispar, registrando caídas en sus posiciones más cercanas luego de que el USDA sorpresivamente recortara sus estimaciones para el uso industrial del cereal, lo cual decantaría en stocks al final de campañas mayores a los previamente estimados.
En el mercado de Chicago, los futuros de los principales commodities agrícolas ajustaron con incrementos en sus valores. Los futuros del trigo presentaron alzas debido a las compras técnicas por parte de los fondos, al tiempo que las lluvias en Canadá presionaron negativamente recortando parte de las ganancias. Por su parte los futuros del maíz presentaron aumentos debido al estado de los cultivos estadounidenses, puesto que el USDA informó una participación menor a la esperada de la condición Buena y Excelente. Por último, los futuros de la soja ajustaron con incrementos debido al empeoramiento del estado de los cultivos norteamericanos, debido al marco de sequía y tiempo cálido. En adición, el paro que afecta a puertos argentinos también habría generado modificaciones en los precios.
En el mercado de Chicago los futuros de los principales commodities agrícolas finalizaron este lunes con saldo dispar.
Por un lado, los futuros maíz cierran mixtos, con una caída en su posición más cercana, pero con saldo positivo para el resto de los contratos, apuntalados por la fuerte demanda externa del suministro estadounidense y por la preocupación por las condiciones climáticas sobre zonas productoras de ese país. Los futuros de soja experimentaron bajas en sus posiciones más cercanas, por datos de importaciones de China en mayo por debajo de lo esperado. El trigo cerró con bajas presionadas por las buenas perspectivas productivas en Rusia.
Federico Morixe, Risk Management en commodities de Gletir, dijo en Valor Agregado (VTV), que esta semana se terminan las últimas cosechas de soja y destacó que “el precio ayudó este año porque si no hubiera sido un desastre a nivel nacional”.
“Vamos a tener un promedio nacional entre 1.600 y 1.700 kilos según nuestras proyecciones y además una venta promedio de US$ 420, US$ 430, porque muchos emperezaron a vender a partir de los US$ 350” sostuvo.
En la misma línea, recordó que “además vendieron un volumen que en principio era el 30% del estimado y luego se transformó en el 100%, lo que empuja el promedio para abajo”.
Allí agregó que “muy pocos pudieron vender en US$ 530 por hectárea, y se debe tener en cuenta”.
Como conclusión, explicó que “entonces un productor que vendió a US$ 350 y produjo 700 kilos, perdió dinero. Y eso le pasó a muchos productores, sean individuales o en grandes grupos.
“Al final va a ser una zafra mala, porque quizás en promedio es un número justo, pero hay mucho productores que quedaron por debajo del agua y deben refinanciar esa deuda y ya estar vendiendo esa soja del 2022, pero eso no es sano” finalizó.