Agricultura
El Director General de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Qu Dongyu, recibió el documento sobre la visión de las Américas para los sistemas agroalimentarios, aprobado por los ministros en la última sesión del Comité Ejecutivo del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura) y en el que se plasmó la posición de los países del Hemisferio ante la Cumbre de Sistemas Alimentarios convocada por la ONU.
En el mercado de Chicago los futuros de los principales commodities agrícolas ajustaron con incrementos. En este sentido, los futuros de trigo tuvieron alzas, debido a las reducciones que realizó el International Grains Council (IGC) en sus estimaciones de producción global de trigo 2021/22. Por su parte los futuros de maíz continuar en un sendero alcista debido al clima seco en regiones productivas de Estados Unidos junto a las heladas que se dieron en Brasil. Por último, los futuros de la soja cerraron la rueda con aumentos como consecuencia de los pronósticos de clima seco y cálido para agosto en Estados Unidos, lo que se espera que pueda limitar los rendimientos de la soja.
En la tercera rueda de la semana los futuros de los principales commodities agrícolas ajustaron con incrementos. Por un lado, de los futuros del trigo cerraron con alzas debido a las preocupaciones que genera la sequía en regiones productivas de Estados Unidos, luego de que el USDA informar a un empeoramiento del estado de los cultivos de trigo de primavera. Por otra parte, los contratos de maíz presentaron aumentos debido al clima en regiones del medio oeste estadounidense. No obstante, la baja demanda de exportación del cereal limitó parte de las ganancias. Por último, los futuros de soja acabaron con incrementos debido a las preocupaciones de los agentes en cuanto al clima que se presentará en la etapa crítica de desarrollo de los cultivos estadounidenses.
Los futuros en Chicago cerraron con un saldo dispar. El trigo ajustó en baja, debilitado por la buena cosecha en Rusia, aunque encontrando sustento en las pésimas condiciones en las que se desarrolla el trigo de primavera en EE.UU. Por el lado del maíz, los futuros cerraron con ligeras bajas por la presión que ejerce la cosecha en Sudamérica. La soja cerró en alza en la jornada, apuntalada por el empeoramiento en las condiciones de los cultivos en el Medio Oeste de los Estados Unidos.
Las lluvias monzónicas están ayudando a Arizona y Nuevo México, pero el calor y la sequedad están causando degradaciones masivas en el noroeste y norte de las montañas rocosas, especialmente en Washington, Idaho, Montana y Wyoming, según el Monitor Nacional de Sequía de la pasada semana.
El mercado de Chicago finalizó la rueda de ayer en terreno dispar entre los principales cultivos. Los futuros de trigo finalizaron con caídas. A pesar de las complicaciones productivas en algunos países clave, la producción global del cereal alcanzaría un récord en la nueva campaña. Los futuros de maíz revierten la tendencia bajista evidenciada durante la rueda y cierran con leves ganancias. Si bien las proyecciones climáticas para las próximas semanas indican el retorno de las lluvias y el clima fresco, estas aún tienen que confirmarse. Por último, la soja finaliza con subas al tiempo que el clima seco y cálido de las últimas dos semanas ha reducido la humedad de los suelos, lo cual apuntaló a las cotizaciones actualmente.
El estado de los cultivos de invierno en el país es bastante homogéneo en todas las áreas donde se implantaron, salvo algún caso especial y muy puntual.
La última rueda de la semana finalizó con caídas para los tres cultivos, ante la perspectiva de una mejora climática en el mes de agosto.
El trigo culminó la jornada con caídas, presionados por las bajas registradas en los mercados de soja y, especialmente, maíz. Sin embargo, las preocupaciones acerca del clima desfavorable en países exportadores clave habrían limitado las caídas. En ese sentido, el Ministerio de Agricultura de Rusia informó que los rindes de la nueva cosecha al 20 de julio promediaban 3,45 t/ha, por debajo de los 3,47 t/ha de la campaña previa.
Con el fin de implementar un proyecto piloto para construir un sistema de información con datos georreferenciados a nivel de chacra y de rendimientos de cultivos de secano (verano e invierno), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), lanzó una convocatoria dirigida a Aglutinadores de productores y productores agropecuarios, para participar de un proyecto, que tendrá una duración de 3 años. Los datos aportados por el sector productivo a través de los Aglutinadores contribuirán a la mejora de la oferta de seguros de rendimiento y/o inversión. La iniciativa contribuirá también al acceso de este tipo de seguros para cultivos de verano que son ofrecidos en el mercado bajo las condiciones de asegurabilidad establecidas por cada compañía aseguradora, mediante el otorgamiento de un pago compensatorio. A tales efectos, desde el año 2020, el MGAP convocó a organizaciones representantes del sector agropecuario y de las aseguradoras con el fin de trabajar y construir esta iniciativa de manera conjunta.
Brasil, que normalmente disputa con Argentina el segundo escalón del podio de los principales países exportadores de maíz, detrás del liderazgo de Estados Unidos, actualmente atraviesa una campaña complicada por condiciones climáticas que resultaron adversas para su segunda cosecha –la más importante en volumen– desde el inicio de las siembras y hasta la recolección que se está dando en estos días, con tiempo seco, momentos de lluvias excesivas y con heladas que están recortando fuertemente las estimaciones sobre el volumen que finalmente se logrará levantar. Esa coyuntura, que afecta las expectativas exportadoras y que está elevando los precios del cereal en el mercado interno, habilitó un creciente interés importador, para procurar atenuar el impacto de dichas subas internas.
Y en ese contexto, Argentina es el proveedor que está capitalizando la chance de colocar más maíz en Brasil. En efecto, según los datos publicados por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura de la Nación, en el primer semestre del año las exportaciones de maíz a Brasil sumaron 332.222 toneladas, un 906,7% por encima de las 33.000 toneladas despachadas en igual segmento de 2020, año que concluyó con envíos a puertos brasileños por 58.150 toneladas. El dato actual también resulta muy superior a las 86.574 toneladas exportadas en el primer semestre de 2019 y a las 64.017 toneladas de 2018, como antecedentes más próximos.
“Los altos valores actuales en el mercado interno están haciendo que en algunas regiones de Brasil el maíz argentino resulte más competitivo que el local, especialmente en el sur del país”, aseguró a LA NACION desde San Pablo João Pedro Lopes, analista de mercados en la filial brasileña de la consultora estadounidense StoneX.
El especialista agregó que Paraná es uno de los Estados que padece el mayor impacto por la caída en la producción. “Esto afectó en gran medida la disponibilidad de maíz en toda la región sur e impulsó la búsqueda de maíz. Y en esa búsqueda, a menudo es más ventajoso importar desde la Argentina que traerlo desde otras regiones del país”, contó Lopes. Como referencia de valores, agregó que actualmente por grano brasileño los compradores de Paraná “pagan 19,60 dólares por sacos de 60 kilos, mientras que por cereal argentino el valor ronda los 19,40 dólares por saco”.
Las últimas estimaciones de StoneX mientras progresan las labores de recolección de la segunda cosecha, denominada usualmente como “safrinha”, marca un volumen total para la producción de maíz 2020/2021 de 87,90 millones de toneladas, un 14,2% menor a la del ciclo anterior, de 102,50 millones. Esa caída se acentúa hasta el 19,1% sobre la segunda cosecha, que se proyecta en 60,50 millones de toneladas, frente a los 74,80 millones de 2020. Además, Lopes señaló que la expectativa de exportaciones brasileñas ahora está en 20 millones de toneladas, frente a los 34,90 millones despachados durante la campaña 2019/2020, y que las importaciones se proyectan en 2,50 millones de toneladas, respecto de los 1,45 millones precedentes.
Fuente La Nación Campo