Forestal
Desde fines de 2020 el mercado de celulosa comenzó a cambiar su rumbo, tanto el asiático como el europeo, con señales muy positivas, con una demanda creciente y stocks regulados. Esto se tradujo en subas constantes en las sucesivas semanas de 2021 para posicionarse en sus máximos desde hace más de un año en el caso del mercado europeo.
La celulosa de fibra corta cotizó a US$/t 761, valor que no se alcanzaba desde hace 15 meses (setiembre 2019), mientras que la celulosa de fibra larga cotizó a US$/t 960, valor que no se alcanzaba desde hace 17 meses (julio 2019). Estos valores representan una suba de 3,13% en el caso de la celulosa de fibra larga y de 5,71% en el caso del de fibra corta. En lo que va del año crecieron 9,09% y 11,96% respectivamente.
Su posicionamiento geográfico y las buenas relaciones comerciales que mantiene con sus socios han favorecido la expansión de las exportaciones forestales neozelandesas de forma llamativa. Para este año se prevé un aumento de 8%, impulsadas por una demanda muy firme desde China por rollizos de pino y por una demanda de madera aserrada desde Estados Unidos igualmente firme.
De acuerdo con los informes publicados por las multinacionales UPM y Stora Enso, los resultados del año 2020 están alineados a las dificultades globales de ese período.
En el caso de Stora Enso las ventas tuvieron una caída de 11%, o € 257 millones, aunque si no se toman en cuenta las ventas de papel, la baja es de solo 2%.
Las ventas de UPM también cayeron, pero lo hicieron en mayor magnitud, disminuyendo 16% a € 8.600 millones en todo el año 2020.
Durante tres días expertos, autoridades y empresas de Nueva Zelanda y Uruguay compartirán sus conocimientos para mejorar la productividad, sustentabilidad y eficiencia en distintos rubros productivos.
Bajo el lema “Sumá experiencia para producir calidad”, NZ+UY será el primer evento de su tipo en Uruguay. Se llevará a cabo a través de una innovadora plataforma de negocios destinada a conectar a la comunidad productiva, tecnológica e institucional.
El año 2020 fue un año muy particular para la política forestal uruguaya, cerrando el año con un proyecto de ley que desacomodó a más de uno, generando repercusiones positivas y negativas.
Desde el último Desayuno Forestal, instancia llevada a cabo por la Sociedad de Productores Forestales, se supo que el Ministerio de Ambiente, tenía la intención de reformar algunos requisitos para la plantación forestal en Uruguay.
Los ministros de comercio de ambos países firmaron en los últimos días una mejora al tratado de libre comercio existente entre los dos países. Una vez que el mismo entre en vigencia, el país maorí tendrá 98% de libre comercio con la potencia asiática.
Luego de que en la última edición de Panorama Forestal se publicara la noticia sobre la investigación llevada a cabo por el gobierno americano sobre prácticas dudosas por parte de Vietnam en el comercio de madera y manejo de la cotización de las monedas, el gobierno vietnamita intentó justificar todos los resultados que su contraparte obtuvo en diferentes investigaciones.
En las últimas semanas, la guerra comercial entre China y Australia, con foco principal en el flujo comercial de madera, se intensificó cuando el gobierno asiático decidió prohibir la importación de madera desde otros 2 estados más de Australia.
Esta guerra, que ya tiene varios meses sobre ruedas y fue originada por alegaciones del gobierno de Canberra sobre el origen del Covid-19, conoció una nueva etapa cuando Australia llevara, por primera vez en la historia, a su contrincante frente a la Organización Mundial de Comercio (OMC). La misma ya inició las consultas correspondientes por la disputa comercial.
En las últimas semanas, el mercado de la celulosa en China se comportó de forma desigual para los dos principales productos (fibra larga y corta) y el diferencial o gap entre el precio de ambos productos alcanzó un nuevo máximo histórico.